Por: Julio Bahamón
Parapeto
No sé cuántas veces ha venido al Huila la señora ministra de transporte con el mismo tema, el de informarnos que, “próximamente se iniciarán las obras civiles de reparación y modernización de la Ruta 45”, es decir, de la doble calzada del corredor vial que comunicara a Neiva con Pitalito, Mocoa, y Santana en límites con el Ecuador. Pero hasta ahora, 6 años después, no ha habido nada de nada. Nuevamente, la semana anterior nos manifiesto la distinguida funcionaria que, en la socialización de la tercera audiencia pública que se realizó en Neiva sobre el proyecto de la carretera en mención se lograron acuerdos y compromisos para “la terminación de la cesión del contrato de concesión para finales de marzo”. Ya muchos paisanos incrédulos ante tanto anuncio gaseoso estamos molestos por la falta de consideración y de respeto de parte del gobierno nacional que nos ha dado casi siempre un trato de bobos, o para hablar en lenguaje opita, de ser los celios de la región. Opita, señores del gobierno, es una palabra que se institucionalizo en los primeros años del siglo pasado, como sinónimo de coraje y no de pendejos. La entelequia de la señora ministra nos ha llevado a pensar que todavía no hay nada decidido con referencia a la cesión del contrato de concesión, pues la información que apareció en la prensa es aún vaporosa. Lamentablemente los sucesivos gobiernos no han respetado la ley. La ANI se acomodó, pues ha debido declarar la caducidad del contrato a tiempo, y nos hubiéramos ganado años de la larga espera a la que nos vimos abocados confiados en una solución que nunca llego, y la ministra se hubiera evitado tantas idas y venidas a decir lo mismo. ¡Nada! Lo cierto es que la carretera ha estado abandonada desde hace 6 años debido a la irresponsabilidad del contratista de marras. La autoridad vial ha sido demasiado tolerante con la firma Aliadas empresa responsable de los atrasos de la única obra vial importante, a la que tenemos derecho los Huilenses y el sur de Colombia, y por las razones ampliamente conocidas en la opinión pública, se encuentra paralizada desde su inicio. Todos estos años han significado pérdidas económicas incalculables para la región. Los trabajos oficiales se han venido dando a retazos, y esos retazos, o pedazos de la vía que han reparado, parcialmente, se han deteriorado mucho más rápido de lo que se creía, porque no se le ha dado continuidad al mantenimiento preventivo y necesario de la calzada. A 14 meses de las elecciones presidenciales este gobierno no ha definido con Aliadas la transferencia y, si esta cesión no se da antes de finalizar el periodo del presidente Duque, fácilmente nos vamos a quedar sin el Santo y sin la limosna. Leí en el Diario del Huila que, por ahora, solamente se llevara a cabo una pequeña inversión de escasos $87.500 millones del total de los $3,2 BILLONES de pesos en los cuales ha sido aforada la inversión para este corredor vial. No conozco en detalle el plan de las obras por intervenir en la ruta 45, pero como ingeniero civil creo que no deben ser del otro mundo como para tener que contratar con firmas extranjeras gigantes de ingeniería, en este caso Chinas y otra de Costa Rica, empresas que al final terminaran subcontratando y encareciendo las obras del corredor vial, unas pinches obras que bien las pueden ejecutar empresas nacionales y regionales. A estas alturas, las soluciones por las que hemos esperado tanto tiempo no llegaran pronto. El paso por Pericongo y las vías alternas de Campoalegre, Hobo, Gigante, Garzón y la repavimentación la carretera de Pitalito a San Agustín, Parque Arqueológico y demás municipios al sur del Huila, duermen el sueño de los justos. Señor Gobernador, pienso que, si a finales de marzo la ANI no define nada, le sugiero, con el respeto que usted merece, lidere la conformación de una empresa regional con el mejor grupo humano y la maquinaria exigida, que se encuentra en la zona, para que sean los ingenieros de la comarca los que ejecuten las obras previstas con lujo de detalles y garantías de calidad. Algo muy parecido a su ingeniosa propuesta para que la Electrificadora del Huila continúe siendo del Huila.