DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Otro líder social colombiano, periodista de un medio digital independiente «Voces de Córdoba», fue asesinado este domingo en el departamento de Córdoba de ese país suramericano, de acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Ayer se volvió a ver la crueldad que sufren los líderes sociales en Colombia; donde nadie ha podido brindar las garantías de supervivencia y de respeto por la vida y los derechos humanos.
Rafael Moreno, fue asesinado en el barrio 27 de julio en el municipio de Montelíbano mientras atendía su negocio de comidas rápidas hasta donde llegaron sujetos que, propiciándole múltiples disparos acabaron con su vida.
En su reseña sobre el periodista asesinado, Indepaz recuerda que Moreno fue presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio La Unión y excandidato a la circunscripción de Paz por el sur de Córdoba.
A moreno le había retirado su esquema de protección (seguridad personal), el cual estaba asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP).
La fundación defensora de los derechos humanos en el sur de Córdoba al denunciar el asesinato del periodista apuntó que “conocemos que adelantaba varias investigaciones con denuncias penales y disciplinarias. Exigimos la verdad, la plena verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no Repetición”.
Un crimen que aguarda justicia
Hace 16 meses la líder social Derly Pastrana Yara fue víctima de un atentado en su residencia en el sur de Neiva; ocho disparos terminaron acabando con su vida.
A la fecha, las autoridades no tienen pistas de los responsables y su familia aguarda justicia. La recompensa por el paradero de los homicidas no fue estrategia para que las autoridades dieran con el paradero de los gatilleros.
La estrategia de las autoridades de ofrecer $10 millones de recompensa por el paradero de los implicados en el crimen de la líder social Derly Pastrana Yara, parece ser que no dio resultado; han pasado 16 meses desde el violento ataque que enlutó a toda una ciudad y que fue el espejo de una “una muerte anunciada”.
El crimen que conmovió a decenas de organizaciones nacionales e internacionales, al día de hoy va camino hacia la impunidad.
Las autoridades no han entregado el primer informe que dé cuenta de los avances de la investigación, ni siquiera tienen individualizados a los sicarios, y peor aún desconocen quién dio la orden.
“Sin rencores, pero con memoria”
“Sin rencores, pero con memoria” es el apartado de un libro que ella misma escribió, donde hizo un breve recuento de cómo la violencia se ensañó con su vida.
Con la templanza que siempre la caracterizó, relató que fue víctima de secuestro a manos de cabecillas de la columna móvil ‘Teófilo Forero’, de las extintas Farc, que la agredieron sexualmente y producto de esas violaciones tuvo una hija.
«Como su hijo fue reclutado por la guerrilla, a ella la citaron para el rescate, pero en el monte la ultrajaron y agredieron sexualmente y quedó en embarazo», dijeron allegados a la líder y agregaron que, en 2017, su hijo fue asesinado en Neiva por milicianos de la guerrilla.
El dolor no paró ahí, porque en 1995 sus padres fueron amenazados y despojados de sus tierras en San Vicente del Caguán por un cabecilla guerrillero con el alias de ‘Guajiro’, y como Derly Pastrana se negó a salir y pagar extorsiones, asesinaron a su esposo, Gumbachez Pinzón Silva, un campesino que la conquistó a sus 16 años.
Para colmo de males, en 2003 un explosivo destruyó su casa en la zona rural de San Vicente del Caguán y, para proteger las vidas de sus 4 hijos y hermanos, salió desplazada hacia Bogotá, donde vivió las verdes y las maduras.
Le hizo el quite a la muerte más de 11 veces, fue víctima de casi 23 atentados, pero finalmente el 15 de junio de 2021, dos sicarios a bordo de una moto DT sin placa, la abordaron poco antes de ingresar a su vivienda en el barrio Cuarto Centenario, en el sur de Neiva. En este mismo lugar cuatro años atrás, su hijo también perdió la vida bajo la misma modalidad. La historia se volvió a repetir.
Tras su silencio
A Derly siempre la quisieron silenciar, la muerte persistentemente la anduvo rondando, su figura de líder la convirtió en una piedra en el zapato para muchos y la voz de esas mujeres que al igual que ella, vivieron la guerra en carne propia. Para el momento del homicidio, Pastrana Yara era la presidenta de la Mesa Departamental de Víctimas en el Huila.
16 meses después de su silencio eterno, sus hijas sigues esperando justicia, llorando la ausencia de esa madre aguerrida que entregó su vida en defensa de quienes no tenían voz.
Derly, de 46 años, dejó a su esposo y tres hijas. Había sido re-electa por las organizaciones de mujeres víctimas del Huila para participar en la elección de las nuevas integrantes en la Instancia Especial de Mujeres para el enfoque de Género en la Paz, justo el mismo día del atentado sicarial que conmovió a la comunidad de activistas y liderazgos territoriales en todo el país.
Siempre vivió amenazada
Jessica Pinzón Pastrana, una de las hijas de Derly Pastrana, rememora que su madre siempre estuvo amenazada. “Mi mamá venía a trabajar en el computador y los dos hombres pasaron dos veces por la casa, ya la segunda vez le dispararon. Ella siempre recibió amenazas, siempre la quisieron callar, no era la primera vez que sufría un atentado así; sabíamos el riesgo que implicaba la función que ella hacía y las denuncias, por lo mismo era el talón de Aquiles de quienes la consideraron una amenaza”, precisó la joven.
“Hasta el momento no ha habido resultados, el proceso de investigación sigue en etapa de indagación, no se han esclarecido los hechos, ni quiénes son los responsables de este terrible suceso que deja sin vida a una líder social que siempre buscó el esclarecimiento de los hechos de desaparición forzosa y de muchos hechos que atentan contra los derechos humanos”, mencionó Ángela Cordón Quintero, activista de derechos humanos.
Los investigadores guardan un silencio sepulcral, según ellos siguen avanzando en el proceso, pero ha pasado un tiempo prudente y hasta el momento ningún avance apunta al esclarecimiento de este hecho; en el lugar impera la ley del silencio, nadie vio ni escuchó nada. Los hombres quienes al parecer vestían camiseta blanca y pantalón color azul, iban en moto DT negra sin placa, y una vez finiquitaron el atentado escaparon por una zona boscosa y desde entonces su paradero es incierto, tanto que ni los sabuesos del CTI que llevan la investigación, han logrado apuntar a la ubicación de los sicarios que rondaron el popular barrio cinco horas antes del homicidio.
Pese a que el crimen inicialmente le fue atribuido a miembros de las disidencias, especialmente a alias ‘El Paisa’, esta versión jamás fue confirmada o descartada, es más, el caso parece estar en el olvido de muchos, incluso de las mismas autoridades que con total silencio pasaron la página, mientras este crimen aguardando justicia.
Líderes en el Huila
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, 10 líderes fueron asesinados en lo corrido del 2020; en Algeciras sucedió el primer homicidio donde murió la líder comunal Mireya Hernández Guevara, asesinada el 8 de enero de 2020; el último registrado fue el 19 de octubre, del señor Eduardo Alarcón, reconocido líder campesino, asesinado en Campoalegre; esto para un total de 1 caso presentado en Baraya, 1 en Pitalito, 1 en La Argentina, 1 en Campoalegre y 6 en Algeciras.
Según la misma entidad, en el 2021, un total de 15 líderes sociales, comunitarios y comunales, estaban bajo amenaza en el departamento del Huila; los municipios con mayor afectación son Algeciras, Gigante, Agrado y Neiva. (VER INFOGRAFIA – INDEPAZ)
