Por: Mario Solano
La Constitución Política establece la misión de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional en Colombia. Las Fuerzas Militares tienen como objetivo principal defender la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y el orden constitucional. La Policía Nacional se orienta hacia la seguridad y tranquilidad pública, así como al apoyo en la construcción de la paz. No obstante, en el panorama actual, surge una inquietud recurrente: si su mandato está explícitamente definido por la Constitución, ¿por qué su actuación parece depender tanto de las directrices del Presidente de la República? Es claro que deben estar en consonancia con las políticas de Estado y los principios constitucionales. Las Fuerzas Militares y la Policía están llamadas a operar bajo los principios de la legalidad, imparcialidad y defensa del interés general, incluso en escenarios donde las directrices presidenciales podrían generar controversia. Un ejemplo ilustrativo es el manejo de procesos de negociación con grupos armados. En estos contextos, el Ejecutivo puede ordenar evitar las confrontaciones y facilitar el diálogo y la resolución pacífica del conflicto. Esto es legítimo, pero estas directrices no pueden afectar la seguridad ciudadana y alterar la capacidad operativa para combatir delitos como la extorsión, el secuestro y el reclutamiento forzado. La ciudadanía percibe un debilitamiento del orden y la seguridad, lo que ha llevado a que estos temas se convertirán en eje central de los debates políticos y las campañas electorales. La pregunta inevitable es: ¿por qué antes parecía haber mayor seguridad? factores comolos cambios en las estrategias de defensa y seguridad, y las políticas públicas se dan en todos los gobiernos, igual que los cambios en el mando, son fluctuantes, pero el objetivo último de estas instituciones, debe mantenerse inalterable, como lo ordena la Constitución: Cumplir con su misión constitucional y proteger a los ciudadanos. El desafío esta, entre la Autonomía Operativa vs Directrices Políticas, para lo que deben equilibrar su respeto a la autoridad presidencial y garantizar seguridad y orden en el marco de la Constitución, recuperando su legitimidad ante una ciudadanía que exige respuestas efectivas frente al crimen y la violencia. Si Falta esta claridad, equilibrio en el mando de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, se termina con una inseguridad desbordada, o violando la Constitución política. Es importante, recuperar la confianza ciudadana a través de resultados tangibles en seguridad y protección de derechos, como lo ordena la Constitucion.
