En el barrio Ipanema de Neiva, los residentes han expresado su preocupación por unas obras de construcción que se adelantan de manera irregular en la Calle 8 con Carrera 42. Sin permisos ni licencias, las remodelaciones en un antiguo restaurante han generado inquietud en la comunidad.
DIARIO DEL HUILA, DENUNCIA
Ciudadanos del barrio Ipanema, en la capital opita, han expuesto ante las autoridades unas obras que se vienen adelantando de manera irregular en la zona oriente. Preocupados por las posibles consecuencias, los vecinos del sector han solicitado que se investigue la legalidad de dichas construcciones.
En la Calle 8 con Carrera 42, donde anteriormente funcionaba el restaurante Tilín, se están llevando a cabo remodelaciones y nuevas construcciones que han generado malestar en la comunidad. «Nos preocupa que este sector se viene desarrollando cada vez más comercialmente, pero muy pocos tienen parqueaderos, problema que nos perjudica porque la Calle Octava termina invadida de carros estacionados, generando congestión vehicular, además esto puede generar accidentes», comentaron algunos de los quejosos a este medio de comunicación.
Para esclarecer la situación, Diario del Huila se puso en contacto con las Curadurías 1 y 2 de Neiva, quienes confirmaron que la obra en cuestión no cuenta con la licencia de construcción necesaria y que, además, no se encuentra en trámite ningún tipo de permiso. Esto indica que las intervenciones en dicho local comercial se están realizando de manera ilegal.
Durante un ejercicio periodístico, se visitó la obra y se entrevistó a Leandro Salazar, el comerciante a cargo de las remodelaciones, quien afirmó que todo estaba en regla y que no era necesario ningún tipo de licencia para los cambios que se estaban realizando, como el cambio de pisos.
No obstante, esta explicación no ha convencido a los residentes del sector. Además de la falta de documentación, la comunidad ha expresado su preocupación por el impacto que estas obras podrían tener en la infraestructura y la calidad de vida del barrio. Las obras, según algunos habitantes, no solo carecen de los permisos adecuados, sino que también parecen estar diseñadas sin considerar la realidad del entorno urbano, donde el espacio es limitado y la movilidad ya es un desafío considerable.
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La preocupación principal radica en la falta de planeación para el estacionamiento. En un sector donde el comercio ha crecido rápidamente, la carencia de parqueaderos es un problema que genera caos vial y pone en riesgo tanto a conductores como a peatones. “Si estas obras no cumplen con las normativas, y las autoridades no actúan con prontitud, nos enfrentamos a un problema que podría empeorar en el futuro cercano”, agregó uno de los vecinos, que pidió permanecer en el anonimato.
La comunidad del sector ya ha radicado una solicitud ante la Oficina de Control Urbano para que se realice una visita urgente a la obra y se verifique toda la documentación requerida. “Ya radicamos en la Alcaldía una solicitud a la Oficina de Control Urbano, estamos esperando que realicen esa visita. Si todo está en regla, tenemos que pedir que les exijan tener parqueaderos, pero si las cosas no se están haciendo de manera legal, las autoridades competentes deben tomar medidas inmediatas”, concluyeron los residentes.
La situación también ha despertado la preocupación de expertos en urbanismo, quienes señalan que el desarrollo desordenado y sin control en las zonas urbanas puede llevar a problemas más graves, como la afectación de la infraestructura pública, la sobrecarga de servicios y el deterioro del ambiente urbano. En este sentido, es vital que las autoridades locales actúen con firmeza y rapidez para garantizar que las obras que se adelanten en la ciudad cumplan con todos los requisitos legales y normativos.
En el pasado, Neiva ha sido testigo de situaciones similares, donde la falta de control y la permisividad han derivado en construcciones que no solo afectan la movilidad, sino que también contribuyen a la degradación del espacio público. Este nuevo caso en el barrio Ipanema podría convertirse en un ejemplo más de cómo la inacción ante las irregularidades puede generar problemas de mayor envergadura en el futuro.
El desarrollo ilegal de estas obras no solo afecta la movilidad en el sector, sino que también pone en riesgo la seguridad vial y el orden urbano, temas que preocupan profundamente a los habitantes de Ipanema. La comunidad espera que las autoridades actúen con prontitud para resolver la situación y evitar que este tipo de prácticas irregulares sigan afectando la tranquilidad y el bienestar de los vecinos.
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