l ministro de Justicia y del Derecho, Wilson Ruiz Orejuela, alertó sobre las graves irregularidades que se están registrando en el suministro de los alimentos a las personas privadas de la libertad en las cárceles del país.
El funcionario advirtió que halló gusanos en la comida que le suministran de los detenidos y agregó que también se detectaron alimentos en descomposición e ineficientes condiciones de salubridad.
Ruiz Orejuela le hizo un vehemente llamado a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), para que vigile que los contratistas garanticen las condiciones dignas para el suministro de alimentos a los hombres y mujeres que permanecen recluidos en las cárceles, estaciones de policía y Unidades de Reacción Inmediata (URI).
«En una reunión que sostuve con la Uspec y con los contratistas que suministran alimentos a los centros de reclusión, hice un fuerte llamado atención a estas empresas por las irregularidades que se vienen presentando en la ejecución de dichos contratos. Hay que tener en cuenta que esas empresas no solamente suministran alimentos para cárceles y penitenciarías, sino también en estaciones de Policía».
El ministro de Justicia indicó que «es absolutamente impresentable que se registren situaciones como estas, en las que los operadores entregan alimentos en descomposición, o que hay reducción de las porciones de proteína. Además, los sitios de preparación de la comida son inadecuados y no cumplen las normas de salubridad, eso no se puede tolerar (…)».
Ruiz Orejuela señaló que asumirá las consecuencias de denunciar estos hechos, que al parecer se registran continuamente en muchos centros de reclusión del país.
«Soy un defensor del respeto por los Derechos Humanos y desde el Ministerio de Justicia he buscado que a las personas privadas de la libertad se les trate con dignidad, así me gane enemigos por hacer frente a estas irregularidades. He solicitado los informes sobre la ejecución de los contratos, para determinar qué está sucediendo en estos casos».
Indicó que encontró gusanos dentro de los alimentos que se suministraban en la URI de la localidad de Puente Aranda en Bogotá.
«Personalmente estuve en la URI de Puente Aranda y me causó indignación ver los gusanos en la comida (…), desde que asumí la cartera de justicia, he luchado por bajar el hacinamiento carcelario, mejorar las condiciones de las personas privadas de la libertad y contribuir de esta y otras formas a procesos de resocialización».
El ministro también le pidió a la Procuraduría General de la Nación que vigile el proceso licitatorio, que se llevará a cabo para elegir a los nuevos contratistas de esos servicios.
«Los actuales contratistas deben cumplir, deben mejorar inmediatamente las condiciones y los alimentos que se entregan. Una cosa es el beneficio económico por el trabajo y otra muy diferente, sacrificar la vida y dignidad de seres humanos por la ambición y no lo vamos a permitir (…)», concluyó el ministro Ruiz Orejuela.