En el departamento del Huila, durante el 2023, personas desconocidas asesinaron a cinco firmantes de paz y a seis líderes sociales. Una cifra que según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), es una de las más altas registradas en el país.
Diario del Huila, Informe
En un año que casi llega a su fin, el Huila y otros departamentos del sur de Colombia se han convertido en el escenario de una escalofriante ola de violencia, especialmente dirigida contra líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), la situación en el Huila es particularmente alarmante, siendo la región donde más líderes y firmantes han perdido la vida en lo que va de 2023.
La investigadora Juana Valentina Cabezas, de Indepaz, reveló datos actualizados sobre los homicidios de firmantes del acuerdo de paz en los departamentos del sur de Colombia. Según Indepaz, el número total de asesinatos asciende a 9, de los cuales 5 ocurrieron en el Huila, 2 en Caquetá y 2 en Putumayo.
Cabezas señaló que los móviles detrás de estos crímenes están asociados a las acciones de grupos armados presentes en la zona, que consideran a los firmantes como opositores. Las constantes amenazas que enfrentan estos líderes se deben a su participación en estos grupos, así como a las dinámicas económicas y territoriales que rodean la región.
Aunque no se ha logrado identificar a los perpetradores intelectuales de estos asesinatos, se ha establecido que grupos armados contratan sicarios, lo que dificulta la tarea de esclarecer los motivos o descubrir quién está detrás de las órdenes.
La situación ha generado una alta tensión en la región, con una reconfiguración de grupos tanto interna como territorialmente, lo que ha llevado al desplazamiento de zonas transitorias y obligado a algunos a abandonar sus hogares con sus familias, según lo expresado por Cabezas.
Llamado a la institucionalidad
Ante esta cruda realidad, Indepaz hace un llamado urgente a las instituciones para unirse y tomar medidas que salvaguarden las vidas de estas personas. La situación presenta un panorama desalentador para los líderes y firmantes en estas áreas del país, según advierte el Instituto.
La lista de víctimas es desgarradora, con nombres que representan historias de lucha y compromiso con la paz. En Belén de los Andaquíes, el 14 de marzo, asesinaron a Wilson Sierra Llanos, mientras que en el municipio de Puerto Rico, el 8 de julio, perdió la vida Rigoberto Mendoza.
Puerto Asís, el 9 de abril, asesinaron a Diego Mauricio Mejía Rojas, y el 16 de abril, en Puerto Leguizamón, perdió la vida Carlos Cortés Henao.
En el Huila, la ola de muertes de firmantes comenzó el 15 de junio con Eduardo Sánchez Álvarez en el municipio de La Plata. Dos días después, el 17 de junio, asesinaron a Hover Hernán Esquivel Tapicero en esa misma localidad. Alberto Quintero perdió la vida el 21 de julio en Algeciras, Alexis Jainer Portela en Campoalegre el 17 de septiembre y, finalmente, el pasado 5 de octubre, ultimaron a Gildardo Pisso Ortiz en La Plata.
La sociedad y las autoridades enfrentan el desafío de poner fin a esta ola de violencia y garantizar la seguridad de aquellos que han dedicado sus vidas a la construcción de la paz en Colombia.
Líderes sociales
Asimismo, en el transcurso del 2023, lamentablemente, se registraron seis trágicos episodios de violencia que cobraron la vida de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el departamento del Huila. El primero de estos incidentes tuvo lugar el 23 de junio en Tello, cuando Armando Mosquera Trujillo fue víctima de un violento acto que enlutó a la comunidad.
Pocos días después, el 26 de junio, Pablo Enrique Rodríguez sufrió un destino similar en la misma localidad de Tello, resaltando la vulnerabilidad de quienes luchan por la justicia y la protección de los derechos fundamentales.
En noviembre, la violencia persistió cuando asesinaron a Juan David Chávez Yoino, un líder indígena, el 12 de noviembre en La Plata, marcando otro golpe doloroso a la diversidad cultural y étnica de la región.
El 23 de noviembre, Leniz Rojas Silva fue la víctima en Tesalia, sumándose a la lista de defensores de derechos humanos que perdieron la vida mientras ejercían su valiente labor.
El mes de noviembre concluyó con la trágica noticia del asesinato de Marlio Castro Gómez, el 28 de noviembre en Elías, acentuando la grave realidad que enfrentan quienes trabajan por la construcción de un entorno más seguro y justo.
Finalmente, el 2 de diciembre, la violencia se hizo presente nuevamente en Elías con el fallecimiento de María Isabel Ramos, cerrando el año con un saldo desgarrador de vidas perdidas en la lucha por la defensa de los derechos humanos en el Huila.
A nivel nacional
Según Indepaz, con fecha actualizada al 22 de diciembre de 2023 en Colombia, se reporta el asesinato de 185 personas. Este sombrío indicador evidencia la vulnerabilidad de aquellos que trabajan incansablemente para garantizar el respeto y la protección de los derechos fundamentales en la nación.
Paralelamente, se registra un preocupante número de masacres, alcanzando la cifra de 93 eventos. Este trágico recuento subraya la urgente necesidad de abordar las condiciones que propician la perpetración de tales atrocidades, así como la importancia de implementar medidas efectivas para prevenir su recurrencia.
En otro aspecto, el asesinato de firmantes del acuerdo de paz constituye una realidad dolorosa, con un total de 42 víctimas. Este hecho no solo representa una afrenta a los esfuerzos por la reconciliación y la construcción de un país pacífico, sino que también subraya los desafíos persistentes que enfrenta Colombia en su búsqueda de una convivencia armoniosa.