Los agentes económicos del país se encuentran desesperados por el incremento excesivo de las tarifas del servicio de energía domiciliario, porque han superado todas las proyecciones de sus presupuestos, que están generando un proceso de pauperización de los sectores poblacionales de menores ingresos en el país. No se compadece con la coyuntura económica actual que está viendo el país, donde 17 millones de personas viven con dos dólares diarios y 5 millones tienen un ingreso de un dólar diario. Los recibos de energía durante el último año han tenido incrementos exagerados que desbordan la capacidad de pago de los recibos de energía que mensualmente llegan a los hogares. En un verdadero quebradero de cabeza, que se ha convertido el mercado energético colombiano para los colombianos.
Es indispensable que el gobierno nacional intervenga el libre mercado energético que presenta nuestro territorio, para reducir las tarifas de la luz. En caso contrario, sino se toman medidas en el corto plazo, las tarifas se volverán insostenibles. Cada día crece el inconformismo social, a lo largo y ancho del país. Las protestas se han convertido en un lunar para la estabilidad democrática del país. Se puede convertir en un verdadero polvorín social, sino se detienen estos abusos de las empresas electrificadoras del país.
Resulta inconcebible, que el Estado colombiano haya patrocinado y auspiciado estos incrementos desde épocas pretéritas y es que ésto se vea reflejado en las calles en llamados a protestas y en convulsión social. Y la preocupación se aumenta por el aumento de la inflación acumulada de los últimos 12 meses, que representó el 10,84% y el Índice de Precios al Productor haya llegado al 32,09% de acuerdo con el último boletín expedido por el Dane, que junto con el índice de contrabando que la pagan todos los usuarios, superan el incremento del 45% anual.
La variación anual en los precios de la electricidad en agosto llegó al 25,9 por ciento, mientras que en ciudades caribeñas como Santa Marta y Riohacha registró el 49,94 y el 47,04 por ciento. Esto es absurdo. La idea es que la administración del presidente Gustavo Petro, contribuya a brindar a la sociedad colombiana, una estabilidad en el tiempo sobre el tema tarifario energético y, por ende, para defender los bolsillos de los colombianos.
Recordemos que el cálculo de las tarifas de energía depende de varios componentes que representan los segmentos de la cadena de valor de la electricidad: la generación, transmisión, distribución, comercialización, pérdidas y restricciones. Consideramos que el gobierno nacional, utilice el IPC, e inclusive incorpore las perdidas y elimine el IPP, para que sean incorporados en los diferentes componentes de la cadena de valor de la electricidad, para se tenga una oportunidad de acción inmediata, desde la regulación y desde las voluntades de los generadores.
