La importancia del desayuno es relativa y depende de cada persona. Si te levantas con hambre o si planeas hacer ejercicio físico, un buen desayuno será esencial para ti. Lo fundamental es consumir alimentos que nutran el cuerpo.
El desayuno es la primera comida del día, la propia palabra lo dice, son los alimentos que empleamos para romper el ayuno que hemos mantenido durante las horas de la noche. Sin embargo, que se sea la primera no la convierte en la más importante, como afirman varios nutricionistas. Todas las comidas que haces a lo largo del día son relevantes, sobre todo cuando queremos llevar una alimentación equilibrada y saludable. Cada persona debe consumir la cantidad de alimentos que se adapte a sus necesidades, intentando que su dieta sea lo más equilibrada posible. No existe una fórmula única que sea perfecta para todas las personas.
Los expertos señalan que esta importancia que le damos al desayuno está potenciada por la industria alimentaria, empujándonos a consumir productos diseñados específicamente para la hora del desayuno, tales como cereales, galletas o bollería industrial.
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Gracias a sus campañas publicitarias, hemos interiorizado que no podemos salir de casa sin tomar algo y las prisas a menudo nos empujan hacia productos poco saludables. A pesar de ello, podemos establecer que la importancia del desayuno es relativa y depende de cada persona. Si te levantas con hambre o si planeas hacer ejercicio físico, un buen desayuno será esencial para ti.
Desayunar para bajar de peso
Otro de los mitos que se asocian con el desayuno es que ayuda a bajar de peso, algo de lo que de momento no habría evidencia científica que avale esta afirmación. Un desayuno poco saludable que se base en productos de escasa calidad nutricional es muy complicado que pueda ayudarnos a bajar de peso. Además señalar al desayuno como único causante de ello es simplificar demasiado. Puede suceder que, en el marco de una dieta equilibrada, alguien que apenas desayunaba o lo hacía de forma inadecuada haya cambiado sus hábitos y conseguido por tanto adelgazar. Esto no es mérito en exclusiva de la primera ingesta del día.
Mejor un buen desayuno
Cada persona tiene sus propias necesidades y, mientras hay quien prefiere comer cada pocas horas para no llegar a las comidas importantes demasiado hambriento, también existen quienes prefieren no pasar todo el día comiendo.
De ahí la importancia de que sea un nutricionista o un experto en la materia quien nos ayuda a encontrar la fórmula personalizada que necesitamos para mejorar nuestra alimentación. Eso sí, en caso de querer desayunar, siempre se recomienda que sea una comida saludable, con los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar, por ejemplo con una base de cereal y algún tipo de proteína y fruta.
¿Qué incluye un desayuno nutritivo?
Lo primero que hay que saber es que un desayuno debe proveer de nutrientes adecuados y acordes a las necesidades de cada persona; estas varían según factores como el sexo, la edad, la actividad laboral y la actividad física que se realiza, entre otros aspectos.
Clara Lucía Valderrama, nutricionista, aconseja incluir alimentos que contengan proteína, pueden ser huevos, queso descremado o algún derivado de la soya o los lácteos. También recomienda consumir arepas, tostadas o panes integrales que aporten carbohidratos complejos ricos en fibra, así como porciones de fruta para obtener vitaminas, minerales y fitonutrientes.
“Debemos tener en cuenta que en el desayuno se inicia la hidratación. Para esto se pueden incluir bebidas bajas en calorías, como té o café, o zumos de frutas. Una buena opción son los batidos con proteína que incluyen variedad de nutrientes”, agrega la especialista.
Cabe destacar, además, que los primeros alimentos del día son la base de una adecuada nutrición, la cual permite el normal funcionamiento del organismo, incluyendo el sistema inmunológico.
Para consumir alimentos nutritivos para el organismo y tener un estilo de vida más saludable, la nutricionista destaca estas opciones deliciosas y fáciles de preparar.
Opciones rápidas para todos
– Un batido con proteína que incluya frutas y/o verduras.
– Yogurt griego con granola y fruta.
– Huevos preparados con poca grasa, acompañados de arepa de maíz mediana y un zumo de fruta sin azúcar añadido. Este zumo se puede reemplazar por fruta entera y combinar con agua saborizada o té sin azúcar.
Lacto-ovo-vegetariano
– Huevo o queso, fruta, pan integral, té sin azúcar o bebida con Aloe vera.
Vegano o vegetariano estricto
– Batidos con proteína de soya preparados en bebidas vegetales (almendra o coco), con tostadas de arroz, hummus de garbanzos o mantequilla de maní y fruta.
Finalmente, Valderrama advierte que se deben evitar, en lo posible, alimentos con alto contenido de azúcares y grasas saturadas que no aportan los nutrientes esenciales.
