Carlos Daniel Serrano ya lo había anunciado: «mañana es mi fuerte». Eso lo dijo el martes luego de recibir la medalla de plata en los 50 metros S7. Ahora consiguió el oro y récord paralímpico en los 100 metros pecho S7.
Esta categoría contempla a los nadadores que tienen el movimiento limitado de los brazos, del torso y de las piernas de un nivel bajo a un nivel moderado, con una discapacidad moderada en un lado del cuerpo, y para los nadadores de baja estatura o la ausencia de extremidades.
El santandereano hizo un tiempo de 1:12.01 y superó al ruso Egor Efrosinin (1:16.43) y el australiano Blake Cochrane (1:16.97). En Río 2016, Serrano también se había colgado el oro en los 100 metros pecho, la plata en los 100 metros libres y el bronce en los 50 metros libres. En Tokio fue bronce en los 200 metros combinados y plata en los 50 metros libres.
Este nadador nacido en Bucaramanga tiene una condición llamada hipocondroplasia que lo hace ser de talla baja. Cuando niño sufrió bullying en el colegio y su papá sería fundamental para subirle el ánimom hacerlo cumplir metas e incitarlo a defenderse de las burlas. A los 14 años su mamá lo llevó a practicar natación y ahora es uno de los mejores del mundo.
Serrano consiguió la medalla número 19 para Colombia en Tokio, tercera de oro. El país se ubica en la posición número 23 en el medallería general y ya superó la meta que tenía antes de los Juegos Paralímpicos.
