La deforestación, la cacería son unas de las problemáticas que afectan la fauna silvestre en el departamento del Huila. Los monos churucos, son una de las especies más traficadas, incluso los animales se auto-mutilan al estar encerrados.
Diario del Huila, Investigación
Por: Anderson Hernández Rodríguez
Una de las circunstancias que genera mayor controversia entre la comunidad y los animales salvajes, es la depredación de las especies domesticadas por la fauna. Pero hay que tener en cuenta que las personas, hemos invadido sus hábitats.
La Cam, quien aboga por la protección animal, se encuentra ubicados en los municipios de Garzón, La Plata, Neiva, Garzón y Pitalito y además cuenta con centro de recuperación animal en Teruel.
La depredación
Ante estos casos, hay apuros con los animales salvajes que consumen a los domésticos entre ellos se encuentra el oso andino, felinos, águilas y zorros. “Este problemática se da porque los seres humanos, hemos establecidos ciudades y fincas, dentro de sus hábitats y ellos llevan gallinas, cerdos, perros, los dejan libres y al entrar en contacto con la fauna, estos últimos los depredan”, indicó un veterinario de la entidad ambiental.
Una de las posibles soluciones, es que los ‘fincarios’, encierren a sus especies para que no se presenten este tipo de interacciones, que sin duda genera molestias en ganaderos y agricultores.
Según el profesional, una de las consecuencias de la tala indiscriminada de bosques que se registra en esas zonas, es el conflicto humano-felino por espacio y recursos. Esto se evidencia en el aumento de reportes de avistamientos de felinos en áreas de cultivos y de ganadería.
Para talar árboles, hay que tener en cuenta que se debe tener un permiso, y nosotros evaluando las solicitudes, le ayudamos al peticionante con el fin de tramitar los mismos.
Por ejemplo construir un barrio, embalses, carreteras, espacios deportivos, cualquier tipo de perturbación ocasionada por el ser humano, genera desplazamiento de fauna. Ahora para conocer que tipo de especies se desplazan y hacia donde, es necesario hacer un estudio previo.
Especies amenazadas
Dentro de las especies que más persiguen los cazadores, se encuentran: el borugo, venado, armadillo, perdices, guaras, babillas, guacharacas. “Ya en los predios donde tiene perros para realizar este tipo de actividades, estos atacan a tigrillos, zorros y si bien no los quieren afectar. Sí sobresaltan la fauna silvestre”, añadió el profesional.
Existen especies con las que se tiene mayor cuidado, debido a que son muy amenazadas por la acción del hombre entre ellas aparecen: “el oso andino, la danta, el caimán, el águila real de montaña. Ellas se encuentran en peligro de desaparecer, sino se toman las medidas, por este motivo la corporación se encuentra trabajando más con las mismas, como la protección donde de sus habitáts”, indicó el funcionario.
La cacería
Frente a la cacería deportiva, se conoció que hay dos tipos de sanciones que van ligadas, contra este tipo de personas. Una de tipo administrativa que es la impuesta por la entidad ambiental, que puede ir hasta 5.000 salarios mínimos legales vigentes a quienes sean sorprendidos persiguiendo animales, se decomisa el animal o las partes que tenga, las armas, vehículos y queda reseñado en una base de datos a nivel nacional.
Y en materia penal, puede tener hasta 48 días de cárcel y una multa adicional, pero este proceso lo resuelve un juez de control de garantías.
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Recuperación de las especies
En cuanto a la rehabilitación animal, la CAM cuenta con un Centro de Atención y Valoración CAV de Fauna Silvestre en Teruel y dos hogares de paso, uno ubicado en Neiva y otro en el municipio de Pitalito, allí se cuenta con veterinarios, quienes les suministran los medicamentos que las especies necesiten y los acompañan en su proceso de rehabilitación.
En este aspecto, cuando tienen animales confiscados, se les realiza la respectiva valoración y los que son de la región son liberados en poco tiempo. “Pero esta suerte no la tienen todos las especies, pues hay ocasiones en que no se pueden liberar, como es el caso de cachorros, polluelos o géneros con algún tipo de lesión física o con comportamientos anormales que dificulta la sobrevivencia en el entorno natural. Estos son enviados a zoológicos. Es una norma que se tiene del Ministerio de Medio Ambiente”, manifestó el veterinario.
El ‘infierno’ de los monos
Ya se han presentado procesos de liberación de monos churucos, que es una de los especímenes más traficadas. “Lamentablemente, el efecto del encierro en estos animales es muy perjudicial para ellos, ya que tienen registrados casos donde se auto-mutilan, se encuentran flacos, porque los acostumbran a suministrarles comida de sal, a veces les dan licor y hemos tenido casos en que los obligan a consumir sustancias psicoactivas, como cocaína, marihuana”, relató el profesional.
La especie sufre demasiado. “El año pasado logramos la liberación de seis de ellos en el departamento del Meta. Hay que recalcar que este es un proceso largo, primero hay que enseñarlos a no depender de las personas, a que aprendan a comer frutos del bosque y a trepar”, puntualizó el especialista.
Caimán fue avistado
Por otra parte, cuando tomaba el sol de la mañana, en una de las playas del río Cabrera en Villavieja, fue registrado en cámara fotográfica un Caimán del Magdalena (Crocodylus acutus).
El registro del animal, de más de dos metros de longitud, fue realizado por el grupo de monitoreo comunitario Asoprocaimán, asociación apoyada por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM.
Ante esta situación Diego Perdomo Córdoba, representante del Grupo de Monitoreo Comunitario Asoprocaimán, señaló. “Con calma, en un trabajo juicioso y responsable, que hemos venido haciendo con apoyo de la CAM, tuvimos finalmente los registros fotográficos y el video de un caimán subadulto en óptimas condiciones”.
Perros alteran ecosistema
Asimismo, la entidad ambiental, informó este miércoles que hay pruebas de que los perros abandonados están causando lesiones, depredación y hostigamiento en animales silvestres de áreas protegidas de Huila. Los investigadores pusieron cámaras e hicieron seguimiento en varias de esas áreas y encontraron un panorama bastante preocupante.
“En cámaras trampa se han venido registrando manadas de perros que al ser abandonados y tener un manejo irresponsable de sus propietarios, buscan las zonas rurales y toman comportamientos silvestres formando manadas con estrategias de caza, generando problema tanto para el ecosistema como para las comunidades locales”, explicó Katherine Arenas bióloga de la CAM.