Desafortunadamente la polarización que está presentando la sociedad colombiana ha vuelto a recrudecerse ante la incapacidad gubernamental de mantener una armonía con todos los demás sectores políticos, por la forma arrogante y soberbia de presentar las diferentes reformas a la institucionalidad colombiana. Estamos de acuerdo que hay que realizar cambios estructurales en algunas áreas del Estado. Pero no como lo están planteando el equipo ministerial del presidente Gustavo Petro. Ha existido una serie de contradicciones entre el equipo de gobierno, que han desdibujado el objetivo principal para formular políticas públicas tendientes a mejorar el bienestar general de las familias colombianas. Pero no ha ocurrido así. Durante los diez primeros meses de su mandato, ha venido perdiendo el respaldo popular y cada vez se está fortaleciendo el club de arrepentidos, por su accionar coherente, que sigue generando un proceso de pauperización de los sectores poblaciones del país. Su accionar gubernamental ha contribuido a empobrecer más a los sectores poblacionales vulnerables del país. Los agentes económicos se sienten seriamente afectados con las medidas adoptadas.
Las políticas que han formulado, de nada han servido para contrarrestar esta tendencia adversa, así no lo quieran admitir el equipo económico del alto gobierno. Por este motivo, el primer mandatario de los colombianos en su desespero para que el Congreso de la República le apruebe todas las reformas que son el eje de su plataforma propuesta, pero que dada la coyuntura política que actualmente presenta el país, por los reiterados escándalos que tienen en ascuas su gobernabilidad convocó a una marcha en las principales ciudades capitales del país. Pero existe un ambiente incierto entre todas las bancadas políticas en el legislativa, que está provocando un ambiente enrarecido e incierto para sus aprobaciones.
Hemos sido reiterativos que la aplicación incoherente de los instrumentos de la política macroeconómica del país, le ha generado un rechazo de todos los sectores poblacionales, por los procesos desestabilizadores que ha generado en detrimento de la calidad de vida de las familias colombianas. La creación de más impuestos, el incremento de la gasolina mensual, que pretende llevarla a finalizar el presente año 16.000 pesos el galón, el abultado aumento de los precios de la canasta familiar, el aumento de los cultivos de sustancias psicoactivas, el aumento de la inseguridad ciudadana, el aumento de las masacres, sicariato, la controvertida política de la paz total, la política que busca la excarcelación de todos los narcoterroristas y delincuentes de las cárceles, la controvertida política de hidrocarburos y de recursos naturales, son entre otras medidas gubernamentales que han empezado a pasar factura, entre la sociedad colombiana, que se siente frustrada porque está generando un pesimismo en las familias colombianas, y el sector empresarial, así el equipo del alto gobierno digan lo contrario. Se encuentran tomando decisiones con ideas planetarias y fuera de contexto a la realidad nacional.