El gobierno nacional procedió a elevar los precios de la gasolina y del ACPM en 150 pesos de acuerdo con el programa de ajuste del precio de los combustibles mediante la aplicación de una fórmula que es consecuente con una política de precios de combustibles, la cual se encuentra soportada con criterios de eficiencia y estabilidad, orientada a garantizar el abastecimiento de éstos en el territorio nacional. Desafortunadamente esta decisión gubernamental no se adecúa a la realidad nacional, dada las condiciones del mercado internacional del petróleo. Durante el presente año se han mantenido elevados los precios del galón del petróleo Brent. Actualmente se cotiza, superando los 113 dólares, el valor de los hidrocarburos dentro del contexto internacional. El petróleo cotizó con alzas el día anterior lunes, ya que la preocupación por la escasez de oferta, debido a la menor producción de la OPEP, los disturbios en Libia y las sanciones a Rusia contrarrestaron el temor una recesión mundial que podría socavar la demanda.
Con ello, se continua con el proceso de pauperización de las familias colombianas, así el equipo económico del alto gobierno exprese lo contrario, porque este renglón económico representa el 13% de la estructura productiva del país, y necesariamente dichos costos son trasladados a través de la vía de precios de los bienes y servicios que consumen diariamente. Para algunos expertos, es inconcebible que ocurra esta medida alcabalera, dado que Colombia es un productor y exportador neto de petróleo, así el gobierno nacional pretenda alinear el precio interno de los combustibles con el internacional. Además, con la construcción de la nueva refinería Reficar en Cartagena, ha logrado frenar las importaciones de crudo que se hacían en otrora, por lo cual, consideramos que el costo que pagamos los consumidores en el país es bastante alto.
Aunque los consumidores de los distintos combustibles gozamos de precios mínimos, gracias a los millonarios subsidios que el Gobierno Nacional ha dispuesto para ello. La paradoja es que Colombia es un gran productor y exportador de petróleo, saca del territorio unos 750.000 barriles diarios, pero sigue siendo un importador de derivados del crudo, todo un lastre, muy a pesar de que en los últimos años se han hecho grandes inversiones, como Reficar y la modernización de la Refinería de Barrancabermeja, pero se siguen en deuda. El punto es que esta situación no debería estar en la agenda pues Colombia está vendiendo mucho petróleo a muy buenos precios. Quizá la fórmula hay que cambiarla. Los combustibles forman parte de los insumos más significativos dentro de la escala del valor de las materias primas en las organizaciones empresariales, debido al transporte y a la movilización de las mercancías que produce la industria nacional.
