Nuevamente la tasa de desempleo en Colombia tuvo un comportamiento funesto para la economía colombiana, al ser publicada por el Dane un indicador del 17,4% durante el mes de enero del presente año, para las 13 principales ciudades y sus áreas metropolitanas. Entre enero de 2020 y enero de este año 1.577.000 personas cayeron en la desocupación. Los sectores de comercio y servicios siguieron siendo los más afectados, dado que en enero aún se mantenían restricciones. Lo preocupante es que este porcentaje en enero de 2020 fue del 13%. En diciembre llegó al 13,4 por ciento.
De acuerdo con la encuesta de hogares realizada por el Dane, En el país, entre enero del 2020 y enero del 2021, la población ocupada tuvo una disminución de 1’577.000 personas: pasó de 21’545.000 a 19’968.000, una reducción, estadísticamente significativa, de -7,3 por ciento.
Lo grave continúa siendo la tasa de desempleo para Neiva. De nada ha servido el accionar gubernamental para frenar el creciente desempleo en esta localidad. Nuevamente volvimos a ocupar el segundo lugar a nivel nacional. Las ciudades que registraron las tasas de desempleo más altas, en el trimestre noviembre 2020 – enero 2021 fueron: Quibdó (21,5%) y Neiva (21%).
La tasa global de participación representó un 58,5 %; la tasa de ocupación fue del 46,2%; y la tasa de subempleo objetivo fue del 8%. Las industrias manufactureras, las actividades artísticas y de entretenimiento y las de alojamiento y servicios de comida explican dos terceras partes de toda la contracción de la población ocupada el mes pasado. A pesar de las medidas restrictivas, que se han impuesto por la pandemia del Covid, en esta ciudad, algunos sectores como el Comercio, cines, gastrobares, transporte, entre otros, han sido ostensiblemente afectados y por ende, se han visto reflejados en los indicadores emitidos por el Dane.
La semi parálisis de la dinámica productiva, reflejan la alta tasa de desempleo, que está sufriendo la sociedad por la destrucción masiva de empleos que contribuyen a destabilizar el bienestar de las familias. Vemos con un ligero optimismo, la disminución en la tendencia de la propagación de la Covid-19, donde se empiezan a presentar una disminución significativa de los casos confirmados, que diariamente son proferidos en los boletines de la Secretaría de Salud Departamental. Son alentadores los pronósticos de disminución, del peor flagelo económico que puede vivir un ser humano, que es la falta de ingresos.
Aunque el gobierno nacional y los entes territoriales han emprendido algunas acciones para apoyar a los desempleados, pero, no es suficiente el apoyo para satisfacer sus demandas sociales.