Por: Julio Bahamón.
Me he vuelto monotemático en mis columnas, al punto que un buen amigo me escribió a raíz de la anterior columna y me dice lo siguiente: “Dr Julio, sus columnas no deberían llamarse Parapeto, sino “Para-Petro”. Me quede pensando si era que me estaba mamando gallo, pero no, creo que tiene la razón, de ahora en adelante cada vez que me vaya a referir al desastroso gobierno que tenemos, la titulare así: Para-Petro.
Me aburrió muchísimo escuchar al presidente Petro en su discurso falaz, pero lo que más me molesto fue ver que después de dos largos y pesados años de polarización oficial y de desgobierno, el mensaje del presidente fue como si el tiempo se hubiera detenido el pasado 7 de agosto para regresar al día de su posesión hace dos años, el 7 de agosto de 2.022.
Dijo lo mismo, ofreció lo mismo, pero hizo lo contrario. Todo lo que realizo en los dos años anteriores fueron acciones que no le funcionaron, por fortuna, con miras a destruir al país y tratar de atornillarse en el poder. Ahora, dos años después repite lo mismo, por lo tanto, no se le puede creer una sola palabra porque sus intenciones siguen siendo las mismas, mientras el país se le sale de las manos.
No quiero referirme a cifras que las hay y en abundancia, todas negativas. En estos 24 meses todo a caído, la economía, la seguridad, la inversión extranjera, la vivienda, el desarrollo nacional, la exploración de hidrocarburos, no hay grandes proyectos de renovación de energías limpias, ni existen los contratos para traer gas de otros países, el costo de vida por las nubes, los ingresos de la nación de capa caída, la tesorería general de la Nación en ascuas, etc., etc., etc.
Otros índices han crecido alarmantemente: El entramado de corrupción familiar y oficial, los secuestros un 70%, las masacres, los asesinatos, los robos, la corrupción oficial, próxima a ganarse la medalla de oro, la pobreza, la delincuencia armada animada por ganarse el millón de pesos mensuales que les ofrece el gobierno, el reclutamiento de menores por cuenta del ELN, de las disidencias de las Farc y la cantidad de mesas de negociación de paz, como si estuvieran repartiendo pandeyucas, con toda clase de bandas y de forajidos: El ELN, el Estado mayor Central de las Farc, la Nueva Marquetalia de las Farc, El Clan del Golfo, los Presos de la Picota, el grupo rebelde gaitanista, los Caparros, etc. etc. etc.
Al presidente Petro le va a quedar muy difícil poder concretar algo sobre su intención de campaña, de la Paz Total. Los tres meses que dijo que bastarían para firmar la paz con los elenos se le convirtieron en 24 y sigue la cuenta. El piensa que será Juan Fernando Cristo quien salve sus reformas. Amanecerá y no las veremos. Cristo no es diferente a Velasco, si se quiere puede ser más manzanillo, pero no más tramposo. El cuento del Fast Track fue el anzuelo que pico Petro para meter a Cristo en el gabinete. Pero, como dicen los campesinos: “a ese perro ya se le conoce el tramojo”. Calificación sobre cinco: 1,25. Pero eso no significa que deba repetir el año! ¡No! ¡Qué horror!
