Con homenajes en sus lugares preferidos (el club de fútbol, el colegio y la estación de bomberos), Paraguay despidió este domingo a Marcelo Pecci, el fiscal contra el crimen organizado de 45 años que fue asesinado por sicarios en Colombia.
«A él lo mataron porque molestaba por su honestidad (…) Matan a un hombre por cumplir con su trabajo, honestamente. Truncaron a los 45 años la vida de un hombre íntegro, decente», clamó su padre Francisco Pecci, a las puertas del cementerio La Recoleta.
Los restos de Pecci llegaron el sábado a Asunción procedentes de Cartagena de Indias, en Colombia, donde pasaba la luna de miel con su esposa Claudia Aguilera cuando dos sicarios lo mataron a tiros.
Pecci, que esperaba un hijo, se caracterizó por investigar con firmeza casos del crimen organizado y era considerado como la mano derecha de la fiscal general Sandra Quiñonez.