DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Brayan Smith Sánchez
La parroquia de San Antonio de Padua ubicada en el municipio de Gigante actualmente posee una estructura completamente desgastada lo que representa un peligro inminente debido a que en cualquier momento puede colapsar. El Ministerio de Cultura es el encargado de mantener esta infraestructura en buen estado, la comunidad viene exigiendo esto desde hace años.
La parroquia del municipio de Gigante San Antonio de Padua, ubicada al sur del departamento del Huila, actualmente posee una estructura completamente desgastada lo que representa un peligro inminente ya que en cualquier momento puede colapsar esta joya arquitectónica del catolicismo de la jurisdicción, cabe mencionar que por motivo que el Ministerio de Cultura declaró esta edificación de 163 años como un bien de interés cultural de la nación, queda prohibida el mantenimiento de cualquier persona o entidad que desee reestructurarla en caso de ejercer dicha acción podrá ser multado o ir a una penitenciaría.
Ante esta situación la parroquia San Antonio de Padua se ha visto forzada a cerrar las puertas a sus feligreses ante el peligro que representa esta estructura para ellos, lo que significa que la santa eucaristía no se realiza en dicho lugar, de igual forma esta problemática viene desde el año 2002 cuando el párroco Héctor Gabriel Trujillo en su momento presentó la queja ante las entidades competentes.
“Esta situación está desde el 2002 cuando el padre Héctor Gabriel Trujillo presentó la queja ante la administración de ese momento, ante la Secretaría departamental de cultura y ante el Ministerio de Cultura, le contestaron en ese momento que no habían recursos para arreglar el templo, sin embargo tenemos un decreto No. 222 presidencial del 22 de febrero de 1972 cuando el gobierno decretó este templo como un bien de interés cultural de la nación, en el artículo tercero de ese decreto reza que por haber otorgado este título tanto la casa de donde nació Monseñor Ismael Perdomo Borrero como el templo donde fue bautizado, serán restaurados por cuenta de la nación”, sostuvo José Arley Bermeo, párroco de la iglesia.
Asimismo, el párroco sostuvo que dicho templo es la cara del municipio y no puede estar en esas condiciones, y manifestó que la entidad correspondiente debe cumplir la ley.
“Lo que estamos pidiendo es que se cumpla la ley porque precisamente está amarrado por el Ministerio Nacional de Cultura, esto no es un bien solamente de la Iglesia Católica, sino que es un bien del municipio, para la nación y para el mundo si quiere. Además, porque el templo prácticamente es la cara de Gigante ¿Que sale en una fotografía cuando hablamos de Gigante Huila? Pues la fachada del templo San Antonio y la Ceiba de la Libertad que ya perdimos”, dijo.
Un proyecto de 300 millones
Tanto la comunidad como el párroco y la administración pública no ven solución inmediata a dicha problemática que presenta el municipio desde hace varios años, cabe aclarar que las intenciones de arreglar la infraestructura existen, pero como está atada al Ministerio de Cultura y se rige por diferentes medidas esta no puede ser tocada.
El Ministerio de Cultura exige también presentar un proyecto y su valor oscila entre los 300 millones de pesos.
“No vemos solución pronta, además, está amarrado el templo por el Ministerio de Cultura bajo amenaza de multa y de cárcel, no lo podemos tocar, no lo podemos arreglar ellos exigen que debemos presentar un proyecto que en estos momentos por la categoría que tiene que es un bien de interés de la nación está alrededor de 300 a 350 millones de pesos, debido a que no lo puede realizar cualquiera tiene que ser alguien con un estudio de doctorado o especialización en obra patrimonial así que es una grande dificultad para la parroquia porque no tiene ese dinero”, expresó el párroco.
Al presentar el proyecto de mantenimiento y restructuración ante el Ministerio de Cultura este mismo debe entrar a competir frente a otros bienes de interés público que tiene la nación y así esperar a ser seleccionados para el debido arreglo que necesita esta infraestructura.
Según el párroco José Arley Bermeo, varias administraciones del territorio de Gigante han intentado dar solución a esta problemática e incluso han realizado las respectivas visitas al Ministerio de Cultura, sin embargo a la hora de conocer el respectivo precio de este proyecto se acaban las intenciones.
“Hacemos una solicitud a quien deba llegar este mensaje, además tenemos senadores en el departamento del Huila pues que también aboguen por nosotros y ante el Ministerio de Cultura para que hagan presión y para que nos presten atención, ya que ellos ponen todos los “requeñeques” y las dificultades, pues que también ellos nos ayuden a solucionar este problema”, expresó.
La santa eucaristía se realiza en el salón parroquial
Debido a los problemas que presenta la parroquia San Antonio de Padua, las eucaristías se han realizado en el salón parroquial pero la capacidad de este lugar es pequeña para los fieles que asisten un domingo al templo, por ende, el párroco le ha tocado aumentar el número de eucaristía en un mismo día por el motivo que todos los feligreses puedan asistir.
“Se celebraban tres eucaristías con una capacidad de 330 personas, ahora que estamos en el salón parroquial estamos presenciando la santa misa con una cantidad de 100 o 150 personas por los protocolos, así que me ha tocado aumentar el número de celebraciones y este lugar no es el adecuado porque tenemos al lado el templo que precisamente es el lugar sagrado, el lugar adecuado que se construyó entre 1843 – 1858 por nuestros abuelos de gigante por la comunidad católica que con tanto cariño hicieron esto para reunirse todos los días con fe y con un Dios verdadero y que ahora no podamos ni siquiera utilizarlo es muy triste”, manifestó.
Esta problemática viene desde el año 2002 cuando el párroco Héctor Gabriel Trujillo en su momento presentó la queja ante las entidades competentes.
