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Pasiflora Pitalensis: El tesoro descubierto en el Huila

Abr 6, 2024

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El Huila cuenta con una nueva especie de pasiflora, la Pitalensis, descubierta en la zona rural de El Pital. El investigador Edwin Arrigui Torres señala que su fruto es comestible. En conjunto con la Universidad Nacional, se están realizando esfuerzos para obtener semillas y establecer procesos agroindustriales similares a los de la granadilla, cholupa, golupa y maracuyá.

Diario del Huila, Investigación

En los intrincados rincones de la Serranía de Las Minas, cerca al municipio de El Pital en el departamento del Huila, se ha hallado un tesoro botánico que promete transformar no solo el paisaje natural, sino también la economía y el turismo de la región. La Pasiflora Pitalensis, una nueva especie de pasiflora, ha brotado del manto verde de la selva para revelar su singularidad y potencial.

El descubrimiento fue obra de Edwin Arrigui Torres, investigador y estudiante de maestría en la Universidad de Jaén, España. Su incansable labor de investigación, que se remonta a antes de la pandemia, encontró su culminación con el hallazgo de esta pasiflora durante su tesis de pregrado en la Universidad Surcolombiana. Bajo el título de «Caracterización florística e importancia socioecológica en dos microcuencas del Parque Natural Municipal El Pital«, Arrigui y su equipo exploraron la biodiversidad local, identificando más de 473 ejemplares de diferentes familias botánicas, entre ellos, la notable Pasiflora Pitalensis.

El hallazgo no solo representaba el descubrimiento de una nueva especie, sino también la apertura de un mundo de posibilidades bioeconómicas para la región. Según Arrigui Torres, la Pasiflora Pitalensis comparte parentesco con otras frutas populares de la familia de las pasifloras, como la cholupa, la golupa, el maracuyá y la granadilla. Sin embargo, su sabor único y complejo, que combina notas agridulces con aromas de maracuyá y granadilla, la distingue como un producto innovador con potencial comercial tanto a nivel nacional como internacional.

La búsqueda

Se trata de un fruto endémico. El grupo de investigación, liderado por Edwin Arrigui Torres, llevó a cabo una revisión exhaustiva en todos los herbarios nacionales para analizar la existencia de especímenes recolectados de esta especie.

Se identificó uno en la Universidad del Cauca, cercano a La Plata, Huila, registrado como pasiflora Lehamni, aunque tras analizar sus características morfológicas y hegemónicas, se determinó que no correspondía totalmente a la pasiflora actual. Además, se localizaron especímenes en la Universidad Surcolombiana y la Nacional, catalogados como pasifloras Pitalensis.

Se amplió la búsqueda y distribución con grupos de monitoreo ambiental para identificar más registros de esta especie a nivel municipal y departamental. Es importante destacar que esta especie es nativa y endémica, y los escasos registros encontrados sugieren que podría estar en peligro según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Debido a la naturaleza enredadera y expansiva de la planta, es posible que haya un margen de error en la delimitación de su área de distribución. Se han localizado registros hacia los municipios de San Agustín y Pitalito, lo que lleva a estimar que esta especie se encuentra en esa parte de la cordillera.

Realizamos un inventario botánico exhaustivo, en el cual recolectamos muestras dentro de parámetros preestablecidos. Durante este proceso, identificamos una especie de pasiflora previamente no registrada. Llevamos a cabo su caracterización taxonómica mediante el uso de claves especializadas, con la asistencia de investigadores expertos en el campo. Después de una cuidadosa verificación, confirmamos su estatus de nueva especie. Para profundizar en su estudio, colaboramos con el profesor Llano Campo, reconocido especialista internacional en estas especies, quien también contribuyó al artículo de investigación. A partir de este hallazgo, iniciamos el proceso para su publicación científica”, detalló Arrigui Torres.

La primera especie fue hallada en la vereda Los Olivos del municipio de El Pital. El entorno donde florece esta pasiflora, entre los 1.550 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, revela su preferencia por los bosques pre-andinos y andinos, cercanos a riachuelos y nacimientos de agua. Su hábitat, compartido con otras especies endémicas, añade un valor adicional a su descubrimiento, resaltando la importancia de la conservación del ecosistema.

Edwin Arrigui Torres, estudiante de maestría en la Universidad de Jaén, España, fue el responsable del hallazgo de la Pasiflora Pitalensis durante su investigación en la Universidad Surcolombiana.

De El Pital para el mundo

Para validar el descubrimiento, el equipo de investigación tuvo que enfrentarse a una serie de desafíos. Fue necesario realizar un análisis comparativo con otros especímenes conocidos y revisar detenidamente los herbarios nacionales en busca de registros previos. Tras un riguroso proceso de investigación y validación, la Pasiflora Pitalensis fue oficialmente presentada al mundo el 28 de marzo de 2024, a través de la prestigiosa revista botánica Phytotaxa de Nueva Zelanda.

Mientras exploraba el terreno, llegué a describir esta especie como esquiva y de difícil acceso. Nos llevó un largo tiempo rastrearla y clasificarla adecuadamente. Parece tener una predilección por las proximidades de los riachuelos y los manantiales, siempre se encuentra en las orillas de las microcuencas, donde la luz del sol acaricia sus hojas. Destaca por la singularidad de su fruto, que no guarda similitud con ninguna otra pasiflora conocida.

Es importante destacar que todas las especies que hemos estudiado han experimentado algún grado de comercialización en algún momento de su historia. Sin embargo, esta especie recién descubierta sigue manteniendo su estado silvestre, ajena al proceso de comercialización que han experimentado sus congéneres en el pasado«, acotó Arrigui Torres.

Sin embargo, el descubrimiento no termina aquí. El verdadero desafío ahora es llevar esta especie hacia su pleno potencial. Se han establecido grupos de monitoreo ambiental en el municipio de El Pital, consolidando esfuerzos de conservación bajo el nombre de «Alma Serrana«. Además, se planea iniciar procesos de cultivos agrícolas en colaboración con la Universidad Nacional de Colombia, con el objetivo de comercializar la Pasiflora Pitalensis a nivel nacional e internacional.

El nombre de esta nueva especie, Pasiflora Pitalensis, rinde homenaje al municipio de El Pital, donde fue descubierta. Es un tributo a las raíces de Arrigui Torres y un símbolo de orgullo para la comunidad local. Más allá de su valor científico, este hallazgo representa una oportunidad para empoderar a la comunidad, promover la conservación ambiental y dinamizar la economía regional.

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