Recientemente tuvimos conocimiento a raíz de una columna de Daniel Coronel en Los Danieles, que el exsenador Pablo Victoria de la caverna del partido conservador, tenía una mega pensión de más de 21 millones de pesos obtenida de manera fraudulenta en connivencia con el mismo Estado que facilita que lo roben cuando el agraciado pertenece al pútrido establecimiento, la cual lleva disfrutando hace más de 10 años sin tener por supuesto derecho a ella, y lo que es todavía más grave, la sigue disfrutando asaltando impunemente el presupuesto público, pese a que la jurisdicción ya dictaminó en instancias de cierre, que el pícaro exsenador, porque no le cabe otro apelativo, no podía seguir recibiendo la fraudulenta pensión.
Esta es la historia de ese entramado de corrupción al cual nos tiene acostumbrados los mal llamados padres de la patria. El torcido exsenador obtuvo su fraudulenta mega pensión con solo haber trabajado 10 años, acreditando los otros 10 con la publicación de 5 libros con soporte en una ley de 1886 que permitía que una persona convalidara un libro que escribiera y fuera usado como texto por 2 años de servicio para la jubilación, los cuales entregó Victoria para tener derecho a ella, sin que por supuesto se tuviera conocimiento que dichos libros hubiesen sido utilizados como texto, ni que los hubiera escrito, lo cual permitió que se le reconociera la fraudulenta pensión que lleva devengando como se ha dicho más de 10 años por parte del Fondo de Previsión Social del Congreso de la República- Fonprecon.
Y miren como opera la corrupción en la administración pública que ya todos conocemos, como se ha dicho impunemente. El mismo Fonprecon que le reconoció fraudulentamente la pensión a Victoria gracias al tráfico de influencias de siempre de la clase política, demandó su propio acto para que la jurisdicción después de que la ha devengado durante más de 10 años ilícitamente dijera que no la podía seguir cobrando precisamente por su misma ilicitud, lo cual comunica que hubo complicidad del mismo Fonprecon para que ello ocurriera defraudando los recursos públicos, pues si era tan evidente que Victoria no tenía derecho a la pensión, como es que se la reconocieron alegremente como se la han reconocido a muchos otros defraudadores exparlamentarios sin que tuvieran derecho a ella lo mismo que Victoria.
Lo dicho, eso tiene nombre propio, corrupción en el mismo Fonprecon, pues aún con los fallos en firme de la jurisdicción que confirman el fraude, estos bandidos no están obligados a reembolsar lo que se han robado porque le reconocen buena fe en su acto fraudulento, y por eso Victoria, así finalmente no siga cobrando la ilícita pensión se salió con la suya en complicidad como se ha dicho con el mismo Estado ladrón, porque no devolverá jamás los más de 2000 millones que se robó durante los 10 años que cobró la fraudulenta pensión. Así es que cantan victoria, como Victoria, los ladrones de la clase política en este vergel de corrupción.
