Debido al trámite Sustracción de Reservas que se encuentra aun en diligencia ante el Ministerio de Ambiente, la Concesionaria Ruta al Sur, señaló que no se han podido iniciar las obras del nuevo viaducto en esta zona del departamento. No obstante, una vez se dé vía libre a la construcción de las obras, estas se demorarán por lo menos dos años.
Diario del Huila, Huila
Por: Gloria Camargo
A la expectativa, así se encuentran viajeros frecuentes y transportadores, ante las demoras en las obras del nuevo viaducto a la altura del sector de Pericongo.
Según Juan Carlos María, gerente general de la Concesionaria Ruta Al Sur, entidad encargada del proyecto vial Santana-Mocoa-Neiva, adjudicado mediante el Contrato de Concesión No 012 de 2015, el cual tiene como objeto la operación, mantenimiento, construcción, rehabilitación y financiamiento de obras del corredor que tiene 456 kilómetros de longitud, se refirió a dicho tema en entrevista para el Diario del Huila.
Los permisos
El Gerente indicó que en primer lugar se debe hacer claridad frente a dos temas, que son transversales de dichas obras en el proyecto.
En primer lugar, reiteró que por parte de la Concesionaria se va a implementar una solución definitiva, la cual permitirá mejorar la movilidad y seguridad en la zona.
“Esta solución definitiva consiste en la construcción, en primera instancia de un viaducto que nos permita pasar a la otra margen del río Magdalena, y en esa margen izquierda vamos a construir una longitud aproximada de 300 metros, para luego (con un nuevo viaducto) salir y conectar al corredor existente”, indicó María.
Al tiempo, estableció que “este trazado lo que hará es que a futuro abandonemos el corredor que hoy en día está en ese sector de Pericongo para transitar por ese nuevo corredor”, puntualizó.
Sin embargo, estableció que estas obras no han podido iniciar debido que falta un punto trascendental, que es un permiso que debe ser otorgado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
“Como lo dicho anteriormente, hay unas actividades precedentes, que se tienen que dar para iniciar la construcción de las obras. Entonces haciendo un rápido repaso en esta zona del proyecto, tenemos los predios liberados, ya existen los estudios y diseños, también tenemos liberados los estudios de gestión arqueológica, pero tenemos un problema de tipo ambiental.
Todo el sector de Pericongo, concluyendo la vía existente, está cobijado por un tema que se llama a la ley segunda. Esta ley protege a algunos sectores de interés ambiental, los cuales han sido determinados por el Gobierno Nacional, y para poder hacer cualquier construcción dentro de esa área se requiere un trámite que se llama Sustracción de Reserva”, explicó el directivo.
Sumado a ello informó que hasta que la cartera nacional, no delimite o “saque” el área requerida para las obras, no se puede intervenir y agregó en qué va la solicitud ante el Gobierno Nacional.
“Es decir que hasta que no saquen de esa área protegida, el tramo que requerimos para hacer las obra, no se puede intervenir. Ese trámite aún está, valga la redundancia, en trámite frente al Ministerio de Medio Ambiente, y no lo hemos logrado obtener.
Estamos haciendo todo el esfuerzo para ello. Nos están acompañando los parlamentarios del departamento del Huila, las fuerzas vivas del departamento, el gobernador y algunos alcaldes, porque todos somos conscientes de la urgencia y necesidad de arrancar estas obras”, precisó el Gerente.
Años de trabajo
Pero además, en lo que se tramita la Sustracción de Reservas, el gerente general de la Concesionaria Ruta Al Sur, añadió que “aún arrancando las obras, las cuales son obras muy complejas, no lo vamos a lograr en menos de dos años”.
Es decir que entre más se demore la entrega del permiso por parte del Gobierno Nacional, más de demorará el inicio, culminación y puesta en funcionamiento del nuevo viaducto.
“En el entretanto vamos a tener que convivir con lo que tenemos en Pericongo, que es una zona geológicamente compleja con un macizo rocoso con un alto grado de facturación, con unos riesgos de facturación, los cuales se pueden que se pueden dar por hechos de la naturaleza, los cuales además pueden ser imprevisibles, como por ejemplo temblores de tierra, eso es un evento que se activa el riesgo y con los temblores, que es una circunstancia que está ocurriendo permanentemente en el país, entonces es un tema complejo. Esperamos resolver con el Ministerio de Ambiente ese permiso para arrancar lo antes posible”, determinó.
Minambiente
Un informe presentado por el Servicio Geológico Colombiano en el año 2019, titulado ‘Diagnóstico sector Pericongo, Timaná (Huila), ruta Nacional 4504’, reveló que se evaluó la estabilidad del sector de Pericongo en el tramo de Altamira Timaná, específicamente entre el Pr34+000 y el Pr35+000.
El objetivo del estudio era identificar los mecanismos de falla presentes en el sector, haciendo especial énfasis en el tamaño y volumen del material fallado, para determinar la posibilidad de que el río Magdalena pudiera ser embalsado por dichos materiales.
El informe detalla que el mecanismo de falla presente en el macizo rocoso fracturado corresponde a la caída de rocas y volcamiento de bloques generados por una serie de fracturas paralelas al talud, cuyas intersecciones generan bloques de tamaño significativo.
Durante la fase de campo se corroboraron los mecanismos de falla presentes en el sector, así como el tamaño de los bloques en capacidad de fallar. Los resultados del estudio indican que el volumen involucrado en una posible falla podría ser del orden de 30.000 metros cúbicos de suelo y roca, de los cuales la mayor parte quedaría sobre la vía y una proporción menor caería al río Magdalena.
A pesar de la alta energía del río en este sector, el material caído sería rápidamente arrastrado por la corriente, de manera que la probabilidad de que se presente un represamiento del río Magdalena es mínima. Sin embargo, se recomienda adelantar estudios detallados orientados a definir las obras de estabilización del talud, para evitar que se afecte tanto a las personas como a los vehículos que transitan diariamente por esta vía.
En cuanto a la sustracción de área de reserva forestal, este proceso se refiere a una decisión de ordenación del área objeto de solicitud, en la que se evalúa la pertinencia de levantar la figura jurídica de reserva forestal de Ley 2° de 1959 o en un área específica para el desarrollo de un proyecto, obra o actividad.
La evaluación de sustracción se da cuando, por razones de utilidad pública o de interés social, sea necesario realizar actividades económicas que impliquen remoción de bosques o cambio en el uso de los suelos u otra actividad distinta al aprovechamiento racional de los bosques.
