ERNESTO CARDOSO CAMACHO
Ha comenzado el nuevo año y las circunstancias en que se desarrolla la acción gubernamental nacional da claras muestras de persistir en generar incertidumbre y desconfianza.
El episodio más reciente relacionado con la perdida de la sede de los juegos panamericanos del 2027 para Barranquilla, constituye una inequívoca comprobación acerca de la actitud arrogante y autoritaria del presidente, así como de la ineptitud de sus ministros que desconocen los trámites administrativos y de ejecución presupuestal para cumplir oportunamente los compromisos del Estado.
A medida que se conocen nuevos hechos revelados por los medios es indudable que, por una parte; al presidente Petro no le gustaba que la sede fuera solamente para Barranquilla, quizá por su disputa política con el clan Char y por otra parte; porque consideraba que la inversión comprometida de 8 millones de dólares es un despilfarro; olvidando que los compromisos internacionales del país que además han sido estipulados contractualmente, deben ser honrados por el gobierno de turno, pues el incumplimiento genera responsabilidades fiscales e incluso la pérdida de recursos sí no se recupera la sede para Colombia.
Otro episodio que contribuye a la incertidumbre y a la desconfianza se relaciona con el anuncio de formular una nueva reforma tributaria destinada a incrementar la tributación de las personas naturales, muy amplio sector de contribuyentes que no solamente se focaliza en los socios de las empresas, si no especialmente en los profesionales que ya soportan una alta carga tributaria por la vía de la retención en la fuente sobre sus honorarios.
Por otra parte, ratifica sus propuestas de paz total y el ofrecimiento de pago por no delinquir, hechos que causan justificados temores en la gran mayoría de la población que no ve con buenos ojos el estímulo a la delincuencia mientras a los ciudadanos que cumplen las normas y ajustan sus conductas al cumplimiento de la ley, se les agobia con impuestos y no se les protege en su vida, honra y bienes, una de las principales obligaciones del Estado.
En el aspecto económico si bien es cierto la tasa de inflación reportada por el Dane mantiene su tendencia a la baja, preocupan otros indicadores como el leve descenso en la tasa de cambio; la excesiva demora en los trámites aduaneros que controla la Dian especialmente en las importaciones; las tasas de interés; los anunciados cambios en Ecopetrol; la persistencia en disminuir las exploraciones de gas y petróleo así como el anuncio de asociarse con Venezuela para mantener la oferta energética; entre otras.
La más reciente decisión conocida por los medios indica que el presidente iniciará un recorrido populista por los departamentos de la costa pacífica, en el propósito de rescatar con grandes inversiones la indiscutible deuda social que el centralismo político ha tenido con tan importante región, en la cual, predominan sectores sociales de negritudes e indígenas, a quienes representa la vicepresidenta en el ministerio de la igualdad. Desde luego el propósito es plausible, aunque constituye, sin duda alguna, el inicio de la campaña para promover el federalismo, bandera política que agitará el gobierno para neutralizar el evidente desgaste del gobierno en los territorios.
En conclusión, una mirada objetiva y crítica permite establecer que el gobierno Petro en vez de conjurar las incertidumbres, las incrementa; generando creciente desconfianza en sus propuestas, así como estimulando aún más la polarización política, con un manejo habilidoso y perverso del poder presidencial.
