Que Gustavo Petro este de primero en todas las encuestas no significa que vaya a ser el presidente de los colombianos. En la más reciente encuesta de poli analítica, un poco más del 70% de los encuestados no quieren votar por el líder de la Colombia Humana. Su reto como lo ha venido haciendo es poder cohesionar diferentes sectores de centro, y centro izquierda que se alejan cada vez mas de los tibios candidatos que quieren alguien lejano a los extremos.
Así las propuestas de Gustavo irriten a la academia y sectores de opinión, siguen emocionando a las bases populares. Más allá de la máquina para imprimir billetes es lo que despierta con cada una de las propuestas, y la más reciente de comprarle las tierras improductivas de Uribe, solo para dejar en referencia el número de hectáreas y la popularidad a la baja del ex presidente.
Sin duda ha logrado una conexión emocional con la indignación de la juventud popular que no ha podido tener la oportunidad de una opción laboral y tener acceso a la educación superior, él ha venido diciéndolo con fuerza que se la jugara para devolverle el futuro a las nuevas generaciones. En medio de sus masivos eventos en varias partes del país.
Su alta popularidad se ha atomizado porque es un dirigente que no ha parado de hacer política, lleva sobre sus hombros, campañas desde la Cámara de Representantes, senado de la república y las dos campañas a la presidencia. El nivel de reconocimiento ante la opinión es muy alta, y lo recuerdan como el congresista que destapo el escándalo del carrusel de las contrataciones en la alcaldía de Bogotá, la Yidis política, la para política y la FARC política.
La inconformidad se ha refugiado en el discurso y causa de la Colombia Humana, mientras el anti petrismo se ha venido dividiendo en decenas de candidatos y precandidatos que han llegado a negociar su futuro. Las vanidades y los egos de los candidatos de centro, en cabeza de Sergio Fajardo le ha quitado la configuración a las coaliciones y proceso de integración a otros candidatos, Petro está recibiendo al que llegue a buscarlo.
Cada vez que el presidente Iván Duque sale atacar al líder de la oposición, es un bálsamo de popularidad para la causa política de la oposición y su líder, estamos frente al gobierno más impopular y desprestigiado de la historia del país, de lejos le gano a Ernesto Samper.
La pobreza creció de manera sustancial sobre la pandemia, y el desempleo ha sido bastante difícil poderlo reducir, Petro se ha conectado con las dificultades económicas de las familias del país. Entre más le gritan populista, el sale con más fuerza a cautivar los sectores populares
Para el Petrismo nada esta ganado, para el antipetrismo nada está perdido, el debate electoral que ya se empieza a calentar será determinante en la inclinación de un alto porcentaje de Colombianos que no han tomado partido en este escenario electoral. Mientras tanto Petro sigue arriba.
