En su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Gustavo Petro, hizo un ferviente llamado a los pueblos del mundo a unirse en una «revolución mundial» para proteger la vida y el planeta.
El mandatario instó a la humanidad a dejar de depender de los gobiernos y a actuar colectivamente para enfrentar las crisis globales.
«Necesitamos construir el mayor ejército de todos los tiempos, compuesto de guerreros y guerreras de la vida«, afirmó Petro, destacando que este «ejército» no estaría armado con las herramientas tradicionales del poder, sino con la fuerza de una humanidad unida en la defensa de su propia existencia. «El ejército de la vida no tendrá las armas de la oligarquía global… pero tendrá el mayor poder de todos, el poder de una humanidad unida», añadió.
Petro, enfatizó la urgencia de actuar ante la amenaza inminente de la extinción de la vida en la Tierra. «Ya no hay más tiempo», advirtió el presidente, subrayando que los gobiernos son incapaces de detener la destrucción ambiental y que ahora es el turno de los pueblos para tomar el control de su futuro. «Hoy hay que escoger si es la vida o es la codicia, si es la humanidad o es el capital», declaró.
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Durante su intervención, Petro se distanció de los líderes mundiales tradicionales y se dirigió directamente a los ciudadanos del mundo, resaltando la necesidad de que los pueblos se organicen y actúen localmente mientras se busca una concertación global. «Ya no es la hora de los gobiernos, sino la hora de los pueblos», proclamó, llamando a una movilización global que trascienda fronteras y divisiones.
Una nueva bandera por la vida
El presidente también sugirió la creación de una nueva «bandera de toda la humanidad», un símbolo que represente la lucha colectiva por la vida y la preservación del planeta. «Es la hora de los pueblos y hay que actuar localmente y concertar mundialmente», enfatizó, señalando que la respuesta a las crisis globales debe surgir desde las bases sociales.
Petro hizo referencia a diversos líderes y civilizaciones del mundo, recogiendo ideas de cada una para construir una nueva visión global. Citó la noción china de un diálogo entre civilizaciones, el pacto social europeo, el amor a la democracia de los fundadores de Estados Unidos y la diversidad cultural de Sudamérica, entre otros.
El presidente Petro también reflexionó sobre el concepto del socialismo en el siglo XXI, sugiriendo que la humanidad como sujeto político colectivo puede redefinir la creación de riqueza, alejándose de la dependencia del petróleo y avanzando hacia un modelo basado en el trabajo creativo, la inteligencia colectiva y la tecnología. Hizo hincapié en que el poder público mundial debe controlar la inteligencia artificial para que sirva a los intereses de la humanidad.
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