El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó dudas sobre el reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que reveló un aumento significativo en la producción de cocaína en el país. Durante una ceremonia en la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander en Bogotá, el mandatario criticó las cifras del informe y sugirió que existen inconsistencias en el crecimiento reportado.
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Según el informe de la UNODC presentado el pasado 18 de octubre, el área de cultivos de coca en Colombia se incrementó en un 10% en 2023, alcanzando las 253,000 hectáreas, y la producción de cocaína aumentó un 53%, alcanzando las 2,664 toneladas frente a las 1,738 toneladas de 2022. Petro señaló que resulta improbable que la productividad de los cultivos se haya duplicado en tan solo un año, y sugirió que el incremento podría estar relacionado con innovaciones en la biotecnología empleada por narcotraficantes.
El presidente enfatizó que los narcotraficantes están adoptando variedades de coca de mayor rendimiento, respaldados por recursos financieros y tecnológicos para mejorar la eficiencia de sus cultivos. Petro argumentó que estos cambios reflejan la capacidad de los grupos ilícitos para adaptarse y que la estrategia de incautación de drogas no ha logrado reducir la producción, lo que evidencia la necesidad de replantear las políticas contra el narcotráfico.
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Además, el mandatario cuestionó la “guerra contra las drogas” como una política ineficaz y reiteró su postura sobre la urgencia de una estrategia internacional integral para abordar el problema. Petro subrayó el aumento en la demanda de cocaína en varios países, incluidos China e India, como un factor que exacerba el desafío para Colombia, y reiteró que sin un cambio en las políticas actuales, la violencia asociada al narcotráfico continuará.
