Este sábado, el presidente Gustavo Petro lanzó una grave denuncia durante su visita a San José del Guaviare, donde cerró la gira ‘Salvamos la Selva: Conservar Paga’. En medio del evento, el mandatario aseguró que existe un plan para asesinarlo en los próximos tres meses, presuntamente orquestado por alias Iván Mordisco, comandante del Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC. Petro no solo mencionó el complot, sino que afirmó tener pruebas que respaldan su denuncia y prometió presentarlas antes de diciembre.
«Tenemos a un disque revolucionario aliado con mafias mexicanas, contrabandistas colombianos, esmeralderos y politiqueros corruptos, financiando el operativo de asesinato. Y está probado. Algún día mostraré las pruebas. No de aquí a tres años, sino antes de diciembre, porque ese es el plazo que se han dado él y los politiqueros más corruptos de Colombia», expresó Petro en su discurso ante la comunidad y los medios de comunicación.
Denuncias previas y contexto del conflicto
Esta no es la primera vez que el presidente Petro menciona un supuesto plan de magnicidio. En julio de este año, durante la conmemoración del Día de la Independencia, el mandatario llegó tarde a los actos oficiales, argumentando una alerta de atentado en su contra. En esa ocasión también apuntó hacia alias ‘Iván Mordisco’ como uno de los autores intelectuales de la amenaza.
Aunque Petro ha insistido en la seriedad de estas denuncias, las pruebas concretas aún no han sido presentadas. La Fiscalía General de la Nación, por su parte, está a la espera de que el jefe de Estado sustente su acusación, mientras las autoridades policiales y militares tampoco han encontrado indicios claros que confirmen el presunto intento de asesinato.
Alias ‘Iván Mordisco’ y el EMC de las disidencias de las FARC
‘Iván Mordisco’ ha sido un objetivo prioritario para el gobierno de Petro, especialmente tras la ruptura del cese al fuego con las disidencias del EMC. Los ataques perpetrados por este grupo armado en el departamento del Cauca, donde la población civil ha sido severamente afectada, llevaron al presidente a ordenar una ofensiva militar contra las disidencias bajo el mando de Mordisco.
El conflicto armado con las disidencias, y en particular con el Estado Mayor Central, ha sido uno de los mayores retos para el gobierno de Petro en su intento de llevar adelante una política de paz total. A pesar de los esfuerzos por establecer diálogos con algunos grupos armados, las constantes agresiones contra la población civil han minado la posibilidad de avanzar en un acuerdo, lo que ha provocado una escalada de la violencia en varias regiones del país.
Expectativa por las pruebas
La promesa del presidente de presentar pruebas antes de diciembre genera expectativa tanto en la ciudadanía como en las instituciones del Estado. De ser ciertas las acusaciones, estaríamos ante un caso de gran envergadura que implicaría una alianza entre las disidencias de las FARC, mafias internacionales y sectores corruptos de la política colombiana.
Sin embargo, la falta de evidencia hasta ahora ha suscitado críticas de algunos sectores que exigen mayor claridad y responsabilidad en las denuncias. La ciudadanía está atenta a lo que ocurra en los próximos meses, mientras la Fiscalía, los cuerpos de seguridad y los medios esperan la presentación de las pruebas anunciadas por el presidente Petro.
La situación sigue siendo delicada, y la amenaza contra la vida del presidente, en caso de comprobarse, podría cambiar radicalmente el panorama político y de seguridad en Colombia.
