POR: Juan Felipe Molano Perdomo
A propósito del título de esta columna, veo posible que el juego de las palabras tengan diferentes significados, pero lo único cierto es que luego de observar el devenir político del país, el cual se ha movido las dos últimas décadas en manos del expresidente Uribe y de quienes proponen un nuevo modelo de gobierno y una economía más humana al alcance de todos, es entonces imperativo considerar que si Uribe ha colocado a Santos y Duque, que el primero estuvo a punto de ponerlo en la cárcel y el segundo hizo un mal gobierno para ponerlo cuesta abajo, podríamos pensar que su contradictor eterno, su fantasma, el que no lo deja dormir, el que lo hizo expresar “ojo con el 22”, el próximo presidente de los colombianos Gustavo Petro, sea su tabla de salvación.
Nadie podría pensar semejante propuesta mía, pero esos dos extremos se juntan, el uno es el pasado el otro el presente y futuro, ambos con sus propias historias, sus propios intereses, uno que tuvo gran popularidad pero hoy en declive y merma permanente, el otro en pleno ascenso, ambos con miradas diferentes de la política y de sus aliados, con percepción distante entre el capitalismo salvaje y el capitalismo humano, uno enjuiciador y el otro proponiendo perdón social, ambos hace unos meses estuvieron deacuerdo con una ley de punto final, en fin quiero que ustedes mismos relean el mensaje dado por Petro a revista semana el día de ayer, en la cual es claro en extender la mano a Uribe y sus aliados, entre los cuales hay personas muy buenas, otras no tanto, claro, si el llegara a ganar este 29 de mayo, nunca los perseguiría, veamos:
A la pregunta si extraditaría a Uribe contesto, “que así la corte penal internacional le abriera proceso, no lo haría, porque él fue presidente, y un presidente adquiere un estatus especial, pues una mayoría creyó y voto. Se equivocó o no, en todo caso fue así. Es la historia, un presidente hace parte de la historia. Es decir, así tenga razón y toda esa vaina, uno no debe entregar a un presidente de Colombia. Un presidente de Colombia no debe entregar a otro presidente de Colombia. ¿por qué? No por el señor mismo, sino por la dignidad de la nación”. A la pregunta si tiene rencor a Uribe contesto, “ojalá a Uribe se le ocurra, él si tiene rencores, pero que se le ocurra algún aguardientico, yo lo invito”.
Así las cosas, invito a los que odian a Petro por ser contrario a Uribe, porque lo ha confrontado de forma ejemplar, a los que aman a Uribe por lo que fue y hoy es, a esos que temen a que le pase algo a su líder natural, pues aquí el mensaje de generosidad, amor y humildad de Petro, por lo que más valdría que él sea el presidente, y proteja con vehemencia la salud de Uribe.
