Desde Montería, el mandatario lanzó una propuesta contundente: la reactivación de la mesa de paz con los exjefes paramilitares, para finalizar un proceso que considera inconcluso.
En un acto de reparación a víctimas del conflicto armado, el presidente Gustavo Petro, entregó 8.430 hectáreas de tierras a campesinos, incluidas 7.916 hectáreas que pertenecían a exjefes paramilitares como alias ‘Macaco’, alias ‘Nico’ y alias ‘Cuco Vanoy’.
Petro criticó el desarrollo y desenlace del proceso de paz iniciado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez con los grupos paramilitares, señalando que «terminó mal». En su intervención, afirmó que los líderes paramilitares fueron traicionados, extraditados a Estados Unidos sin que esto hubiera estado contemplado en los acuerdos. “A ustedes los extraditaron, no estaba escrito en el acuerdo de paz», dijo el presidente, refiriéndose a los excomandantes paramilitares. Añadió que “la paz no se hace con traiciones», sino “con la palabra puesta sobre la mesa».
El jefe de Estado propuso reactivar la mesa de paz, esta vez «sin miedo a la verdad» y con el objetivo de beneficiar al «pueblo humilde, campesino», quienes han sido los más afectados por el conflicto. “El benefactor de ese proceso debe ser el campesinado colombiano», destacó Petro, señalando la importancia de la reparación de las víctimas como un paso fundamental hacia el perdón.
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Durante su intervención, el presidente Petro denunció que el proceso con los paramilitares fue manipulado para despojar a las víctimas de sus tierras, que terminaron en manos de políticos y grandes terratenientes. Señaló al entonces fiscal general, Francisco Barbosa, de negarse a proporcionar la lista de los bienes incautados, lo que, según él, ha dificultado la entrega de tierras a sus verdaderos dueños.
Así mismo, criticó el apoyo que en su momento recibieron los paramilitares por parte de sectores políticos y económicos, quienes los consideraban «héroes» por su lucha contra la insurgencia. “Los aplaudían, considerándolos héroes, los senadores, los representantes a la Cámara, los grandes propietarios de la tierra en Colombia, los grandes empresarios del país», lamentó Petro, subrayando que ese respaldo sirvió para consolidar una estructura de despojo que aún afecta al país.
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