En el marco de la Cumbre de Petróleo, Gas y Energía realizada en Cartagena, Rogerio Soares, gerente general de activos exploratorios de Petrobras, sorprendió al confirmar un descubrimiento que podría transformar el panorama energético de Colombia.
Se trata del proyecto Sirius, conocido anteriormente como Uchuva-2, el cual ha sido catalogado como el mayor hallazgo ‘offshore’ en la historia del país.
El descubrimiento, en el que Ecopetrol y Petrobras han trabajado conjuntamente, tiene el potencial de duplicar las reservas de gas natural del país. Según Soares, el yacimiento cuenta con un volumen estimado de seis terapiés cúbicos (tcf), una cifra que representa más del doble de las reservas probadas de gas natural con las que Colombia cerró 2023, que fueron de 2,3 tcf, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
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Este descubrimiento no solo es significativo por su tamaño, sino por su capacidad para garantizar el abastecimiento de gas natural a largo plazo en Colombia. Al ritmo de consumo actual, que se sitúa en aproximadamente 0,3 tcf por año, el yacimiento de Sirius podría abastecer al país durante unos 20 años.
Aunque el hallazgo genera grandes expectativas, el camino hacia la producción enfrenta varios retos. Ecopetrol y Petrobras proyectan que el yacimiento entre en operación en 2029. No obstante, antes deberán superar barreras operativas, legales y sociales.
Uno de los principales obstáculos es la reciente decisión judicial. El 13 de septiembre, un juez del Juzgado Cuarto Laboral del Distrito Judicial de Santa Marta ordenó la suspensión inmediata de la exploración del pozo Uchuva-2. Esta medida se tomó en respuesta a una acción de tutela interpuesta por la comunidad indígena de Taganga, que exige la realización de una consulta previa antes de continuar con las actividades exploratorias.
A pesar de estos desafíos, la noticia del hallazgo ha generado optimismo en el sector energético colombiano. El descubrimiento de Sirius podría representar un impulso crucial para la autosuficiencia energética del país, especialmente en un contexto en el que campos como Chuchupa, que ha estado en producción desde 1979, se encuentran en las etapas finales de su ciclo productivo.
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