Carlos Yepes A.
Ha iniciado en el Congreso el análisis y discusión del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno del presidente Petro. Al ser éste el documento central que marcará el rumbo del país en los próximos cuatro años vale la pena entenderlo y hacer una referencia del mismo desde su estructura general para poder dimensionar sus alcances.
En primera instancia podemos decir que Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 (PND 2022-2026), “Colombia Potencia Mundial de la Vida” tiene como propósito que el país se convierta en un líder de la protección de la vida a partir de la construcción de un nuevo contrato social que propicie la superación de injusticias y exclusiones históricas, la no repetición del conflicto, el cambio de nuestro relacionamiento con el ambiente y una transformación productiva sustentada en el conocimiento y en armonía con la naturaleza.
A diferencia de los que nos han presentado en otros gobiernos, basados en sectores, este se presenta abordando estrategias generales y temas transversales apoyándose en nueve capítulos que complementan su estructura general.
La primera estrategia denominada “ordenamiento territorial alrededor del agua y la justicia ambiental” pretende cambiar la manera como se ha ocupado, apropiado y organizado la población y la producción en el territorio. Requiere un cambio en la planificación del ordenamiento y del desarrollo del territorio. Su gran meta es la normalización y puesta en funcionamiento del Sistema de Administración del Territorio (SAT) que permitirá la coordinación y armonización de las decisiones sobre el territorio. La segunda se refiere a la “seguridad humana y justicia social”, integra la protección de la vida con la seguridad jurídica e institucional, así como la seguridad económica y social.
Parte de un conjunto de habilitadores estructurales que brindan las condiciones para la superación de las privaciones de las poblaciones pobres y vulnerables. La tercera tiene que ver con el “derecho humano a la alimentación” y permite que las personas puedan acceder, en todo momento, a una alimentación adecuada. Se fundamenta en tres pilares principales: disponibilidad, acceso y adecuación de alimentos. La cuarta es la que integra la “transformación productiva, internacionalización y acción climática”.
Pretende diversificar las actividades productivas para que aprovechen el capital natural y aumenten el uso de energías limpias; sean intensivas en conocimiento e innovación; respeten y garanticen los derechos humanos y aporten a la construcción de la resiliencia ante los choques climáticos. La quinta estrategia es la convergencia regional mediante la cual se espera reducir brechas sociales y económicas entre hogares y regiones en el país fortaleciendo los vínculos intra e interregionales, aumentando la productividad, competitividad e innovación en los territorios y transformando las instituciones y la gestión de lo público.
Estas estrategias están complementadas con nueve capítulos y tres ejes transversales a los cuales nos referiremos en un escrito más adelante. Importante que el seguimiento y el alcance de este plan haga parte del ejercicio diario de nuestros dirigentes y que integre la actividad parlamentaria de nuestros representantes y del senador Carlos Julio Gonzales Villa que en buena hora para el Huila y el surcolombiano asume la que sin duda será la mejor carta que tendrá el departamento frente a este gobierno.
