Quiero dejar claro que la posición acá expresada es mi opinión personal y no compromete en nada la asociación a la cual pertenezco, de la cual tengo representación en el Huila.
Muchos medios de comunicación han acreditado las patologías psiquiátricas de las cuales padece el mandatario de los colombianos y son conceptos de galenos expertos en el tema, comenzando por el síndrome de procuso, trastorno narcisista de la personalidad, trastorno egocéntrico, delirio de persecución, pseudología fantástica, síndrome de hubris y agregaría una última como es el trastorno límite de la personalidad.
Lo documentó el escritor Vivian Green en su obra LA LOCURA EN EL PODER. “No pretendo hacer disertaciones médicas, ya que carezco del conocimiento especializado necesario para embarcarme en ellas, sino un análisis informal de la interacción entre la personalidad y los procesos históricos” dice el autor en el prefacio de su libro.
Hace un recuento de grandes dictadores; del auge y caída de civilizaciones enteras y sus imperios a causas sociales, políticas, religiosas, económicas, tanto en su forma como en su fondo. Hace un recorrido por desquiciadas vidas públicas de reyes y gobernantes como Calígula, Nerón, Iván el Terrible, Pedro el Grande. Patéticos, locos, neuróticos son los dirigentes políticos elegidos del siglo XX: Stalin, Wilson, Churchill, Hitler, Mussolini y en el entorno latinoamericano, los singulares Chávez, Maduro, Fidel y Petro.
Encontrando en este último un desequilibrado híbrido entre todos los anteriores nombrados y los excepcionales Simón Bolívar y Gaitán, con grandilocuentes y retóricos discursos que enardecen los ya aplacados y dudosos ánimos de sus seguidores.
Sus reformas golpean a todos los connacionales, pero de manera significativa a los mismos que lo eligieron con tifones de cambio. “Quien siembra vientos recogerá tempestades”. El dicho de hoy viene de cuando Dios se enojó con Israel porque había caído en idolatrías, pero qué más da, si ya ni al pueblo de Israel respeta.
Se desmorona el proceso de la paz total, por un temerario comunicado de prensa del mordisco más doloroso y arrogante como lo son las misma Farc, después de la corrupción rampante del actual desgobierno. ¿Que tendremos que hacer los colombianos para quitarle la dentadura a esa arrogante tarascada fariana?
Para colmo de males el ELN comunica a través de uno de sus espurios voceros el partisano Pablo Beltrán que ellos “NO secuestran y que sus operaciones de finanzas son el cobro de impuestos en las regiones”. Acá evidenciamos que la soberbia es un factor común en TODOS los delincuentes.
A pesar de todo, la lección que le dio el pueblo colombiano al mandatario en las urnas el 29 de octubre, fue un contundente desacuerdo con sus estrechas medidas para nosotros; el pueblo que gobierna. ¡Palabra de espartano!