Pecados, bendiciones, altruismo, filantropía, clientelismo, nepotismo, yoismo, egocentrismo, estamos enfrentados a toda suerte de estrategias políticas y por lo general sucias, rastreras, contaminando el producto del contradictor con el único fin de vender el mío.
Leche y miel o pena y hiel, es lo que vemos en este panorama político no solo a nivel nacional sino a nivel regional, en nuestro departamento para muchos el terruño de patria, en mi caso la tierra que me adoptó me acogió por el abolengo de mi esposa y mi hijo. La calidez del territorio, pero la aridez del oportunismo y las roscas.
Si dejáramos de lado todo lo negativo que se ha hablado, y tuviéramos en cuenta el potencial, agroindustrial, turístico, cacao, mojarra, bambuco y tradición; aterrizaríamos que en realidad de verdad el Huila es el verdadero eje cafetero, en donde se exportan los mejores cafés de origen por encima de Quindío, Risaralda y Caldas, en ese sentido la historia y el rumbo del departamento tendría una orientación diferente.
Colosas campañas, con presupuestos abultados, maquinarias aceitadas y oxigenadas por recursos producto de nuestros impuestos, desde el gobierno nacional, departamental y municipal, a “MESÍAS” refritos, mañosos y expertos en asaltar no solo el bolsillo sino la voluntad de un pueblo necesitado y sediento de cambio, pero que al final venden su progenitura por un plato de lentejas, una teja, un bulto de cemento o como nos ocurrió una cola cóndor con pan. ¿eso valemos para aquellos?
En lugar de presentar propuestas, se dedican a sacarse los cueros al sol, al mejor estilo de la vecindad del chavo, tratándose de ladrones, corruptos, yo hice y usted no, usted hizo, pero yo mejoré su marca. Yo creo que hasta el mismo belcebú termina clamando la intervención divina.
Salen a luz pública nuevos liderazgos con visión empresarial, que consiguen el aval de un partido, pero que a la final le quitan el apoyo y los recursos que iban para su campaña, van a parar a las toldas de su contradictor, al mejor estilo de la cosa nostra ¿eso no sería doble militancia?
Surgen veteranos de la fuerza pública con el ánimo de aportar con su conocimiento y experiencia, adquirido en la carrera de las armas, conociendo palmo a palmo el país y las regiones en campos y ciudades, en donde han aportado cosas mínimas, pero dejando huella en ciudadanos desfavorecidos, desde entregar un acetaminofén, hasta coordinar una evacuación aeromédica con medios y recursos de las Fuerzas militares al servicio de una nación, estos candidatos (as) con mínimas posibilidades de ocupar una silla al servicio de la comunidad, se enfrentan a un yugo desigual frente a los varones políticos que ya tiene todo acaparado. Lacónico Espartano ¡Venid y tomadlo!