Cuando el candidato presidencial Gustavo Petro dice que no va a hacer más exploración, se debe recordar que la última exploración, o más bien la última sísmica onshore (tierra) que realizó ECOPETROL de manera directa fue en el 2015. Desde entonces no ha habido más adquisición de sísmica, pero si existe toda una vicepresidencia de exploración. El pasado 13 de octubre el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) Rodrigo Suárez, manifestó que, a la fecha, la empresa estatal petrolera todavía no había radicado la solicitud de licencia ambiental para hacer los fracking (entrevista Rcn radio), en cambio, si existe una vicepresidencia de no convencionales (fracking), ¿cuánto le cuestan estas dos vicepresidencias al pueblo colombiano? Entonces, ¿por qué se asustan cuando digo que no voy a hacer más exploración? Se pregunta el senador Petro.
Cuando el senador Jorge Robledo dice que primero les compete a las grandes potencias resolver urgentemente el control de las emisiones y preocuparse por la transición energética, hay que recordar que, Estados Unidos es uno de los países con mayores emisiones de CO2 en el mundo, con alrededor de 4,700 Millones de toneladas métricas que representa el 14,6% de la emisión global del planeta después de China y antes de la India (IEA-International Energy Agency). Colombia aportó 237 millones de toneladas de CO2 para el año 2019 según informó el Inventario Departamental de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Cuando dice Robledo que la compra de ISA fue un daño patrimonial al Estado, entonces miremos el por qué. Ecopetrol siendo el único oferente al comprar ISA, disminuyeron los ingresos al Estado y, ahora al vender más acciones de la estatal petrolera, pues bajará aún más los ingresos para el Gobierno. Es una simple ecuación matemática. Ecopetrol es el 88,49% del estado y 11,51% privado. En ISA el Estado era 51%, y al comprarlo Ecopetrol, pasó a ser el 45,12% (debido a que Ecopetrol no es 100% estatal). Al vender el otro 8,49% de las acciones de Ecopetrol, automáticamente la participación en ISA será del 40,8%. La disminución de ingresos a largo plazo para el estado será fatal, tanto por parte de ISA como por parte de Ecopetrol. El próximo presidente de Colombia estará limitado en recursos para desarrollar la economía del país. ¿Ese es el ejemplo y el mensaje que le estamos dando a las transacciones públicas? Se pregunta el candidato Robledo.
El candidato Sergio Fajardo cuando dice que primero la protección del medio ambiente y el ecosistema, sin duda hace relación al efecto invernadero y el efecto por contaminación por derrames como lo ocurrido en el pozo Lisama 158 en marzo del 2018. Según un informe de la senadora Angélica Lozano, se calcula que hubo un derrame total de 23.000 barriles, 21 familias tuvieron que ser reubicadas; 3.157 árboles fueron afectados; más de 2.442 animales murieron; y 1.429 fueron rescatados y liberados, 1.800 pescadores no pudieron pescar su producto, algunos dueños de restaurantes (sin cuantificar) no pudieron comercializar pescado y ganaderos tuvieron que movilizar sus animales para alejarlos de los afluentes contaminados. Cuando ocurrió el desastre ambiental del pozo Macondo en el Golfo de México (bbc, 2010), esto le costó la salida del CEO de la compañía petrolera BP (British Petroleum) pero en Colombia no pasó absolutamente nada, se cuestiona la senadora.
Cuando el candidato presidencial Juan Carlos Echeverry dice que el petróleo es clave para 20 departamentos y para 1,120 municipios a través de las regalías, miremos el por qué. En Colombia, los recursos de regalías provienen como una contraprestación por la explotación de hidrocarburos y minerales. De acuerdo con el Decreto 2190 de 2016, el 78% de los ingresos del presupuesto del SGR (Sistema General de Regalías) proviene de los hidrocarburos y el 22% restante de los minerales. El Ministerio de Hacienda informó que para los años 2021 y 2022 llegarían $17,3 billones de pesos a causa de las regalías, el 34% iría para las regiones y el 25% se destinaría para los municipios y productores de hidrocarburos. Adicionalmente hay que recordar que la industria del petróleo no es la que más contamina el país. Según el análisis realizado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en coordinación con el Ministerio de Ambiente, la Cancillería y el Departamento Nacional de Planeación, las actividades que más gases de efecto invernadero generaron recientemente fueron las relacionadas con la deforestación y la gestión de las tierras forestales, con un 33%, seguidas por el sector agropecuario y ganadería (22%), las industrias energéticas (incluidas las petroleras) un (14%), las manufactureras y de la construcción (12%), el transporte (12%), el saneamiento básico (4%) y el residencial (3%). ¿Realmente nos estamos enfocando en el verdadero problema? ¿Tienen o no la razón estos candidatos?
Extendí la pregunta a los candidatos de derecha como Paloma Valencia, Oscar Iván Zuluaga, Enrique Peñalosa, María Fernanda Cabal y Federico Gutiérrez, pero no hubo respuesta. Fin de la columna.