Diario del Huila – Comunidad
Por: Juan Manuel Macias Medina
Los habitantes de calle deambulan por el barrio ‘Diego de Ospina’, situación que pone en vilo la seguridad de las personas que residen en este lugar, por esto la comunidad hizo un llamado a las autoridades municipales para que realicen proyectos que permitan la recuperación de estas personas, pues, según ellos, ellos son los encargados de cometer fechorías en este antiguo sector de Neiva.
Maricela Collazos, habitante del ‘Diego de Ospina’, indicó que la administración municipal es la principal responsable del incremento de la inseguridad en estos sitios, para ella, esto se debe, en gran parte, a la gran cantidad de habitantes de calle que transitan por este lugar.
“La Alcaldía tiene que hacer algo, ellos son personas normales que tomaron malas decisiones en algún momento de su vida, y para eso está la Alcaldía, para que, en lugar de abandonarlos, adelante actividades que les den otra oportunidad de vida”, afirmó.
Según Maricela, las personas no pueden estar tranquilas, aún cuando están en su propia vivienda, por lo que han optado por no abrir las puertas para evitar hurtos por parte de estos.
“El principal problema que tenemos son los habitantes de calle, por este barrio pasan muchos y eso es un problema porque uno no puede estar tranquilo ni en la casa, si usted ve, las personas no abren la puerta de las casas como en otros lados, toca mantener encerrados porque cuando menos piense uno, se le llevan una silla o cualquier cosa de la casa”, manifestó.
Consumo de drogas
La Comuna 4 de la ciudad de Neiva, está ubicada en la zona céntrica del casco urbano de la capital del Huila que limita con los ríos Magdalena y del Oro. A este sector pertenece el barrio ‘Diego de Ospina’.
José Julio Fernández, se refirió al tema diciendo que el constante paso de habitantes de calle por el barrio se debe a la cercanía que tiene con los dos importantes afluentes hídricos de la ciudad.
“Los habitantes de calle se tomaron el barrio, eso no tiene otro nombre, ellos van del centro a las ollas y cuando van, pues tienen que pasar por acá, entonces todo el problema nace porque el barrio está ubicado cerca a las ollas, y éstas siempre están al lado del rio”, dijo el residente del sector.
Así mismo, Fernández indicó que, con el consumo de alucinógenos en la zona, los más afectados son los menores, pues estas personas no tienen conciencia del daño que pueden ocasionar en los niños.
“El tema de los habitantes de calle es complicado, nosotros estamos aburridos porque no respetan a las personas que vivimos aquí, se les da por nada meter vicio delante de cualquier persona, no les importa si son niños o adultos”, sostuvo el adulto mayor.
La comunidad en general exigió a las autoridades realizar actividades que permitan la recuperación social de estas personas, para ellos, la solución no tiene nada que ver con las autoridades de policía, sino con programas que más jóvenes caigan en la drogadicción.
“No necesitamos policía, no queremos que nos coloquen un CAI, solicitamos es que la Alcaldía adelante proyectos en los colegios, que no se siga propagando el problema del consumo de drogas, y con los habitantes de calle, pues que hagan jornadas de recuperación, que los lleven a algún centro de rehabilitación, esa es la verdadera solución”, puntualizó José Julio Fernández.