Alfonso Vélez Jaramillo
A menos de 200 metros de la Laguna de la Magdalena, en el Páramo de las Papas, donde nace el Rio Magdalena, avanza sin control la agresiva y peligrosa deforestación, una agresión contra la vida.
Están acabando con los frailejones y el bosque para sembrar papa, criar ganado y establecer cultivos ilícitos. A simple vista, da la impresión de que nadie se ha dado cuenta.
Cada día hay menos bosque y más cultivos de papa. El frailejón y los bosques primarios, son los encargados de generar las condiciones para la creación de agua y el sostenimiento de los páramos.
Hay complicidad de las organizaciones ambientales, inclusive de los resguardos indígenas, autoridades civiles, de la comunidad en general y el caso omiso del Estado colombiano sin interés de salvar este ecosistema.
En el Macizo Colombiano, nacen los ríos Guachicono que aguas abajo toma el nombre de Patía y desemboca en el Océano Pacifico, el Cauca, Caquetá, Magdalena, inclusive el Putumayo, que nace un poco más al Sur, en el Nudo de los Pastos y desemboca en el Rio Amazonas.
El Magdalena, tributa sus aguas en el Mar Caribe, luego de recorrer más de 1.500 kilómetros desde su nacimiento en el Páramo de Las Papas.
Estos cinco grandes afluentes, son los más importantes del país y se deslizan de manera independiente sobre los cuatro puntos cardinales del territorio nacional, llevando vida y desarrollo y no podemos dejarlos morir.
¿Por qué hago esta mención? Se adelanta en Cali, la Conferencia 16 sobre la Diversidad Biológica que se reúne cada dos años en diferentes países, específicamente denominada la COP 16 y no se ha escuchado a nadie que hable y defienda el Macizo Colombiano.
Es el espacio pertinente para tratar sobre las estrategias y acordar la cooperación internacional y el fortalecimiento de las políticas ambientales del planeta tierra.
No hay que dejar por alto la COP16, para que el gobierno colombiano se pellizque y las autoridades civiles, las organizaciones sociales, demanden de la comunidad internacional mayor atención al Macizo Colombiano.
Según la ministra Susana Muhanad, confirmaron su asistencia “10 jefes de Estado, 103 ministros de Ambiente y 196 delegaciones de Naciones Unidas”, incluso, organizaciones ambientales, de la sociedad civil, de pueblos indígenas y comunidades locales y otras figuras relevantes con reconocimiento mundial.
Tenemos conocimiento de que el ex gobernador del Huila Julio Enrique Ortiz, el periodista y ambientalista Liberio Jiménez y la dirigente cívica Marelby Góngora, expusieron y fueron muy aplaudidos, pero no se conoce aún el contenido de sus intervenciones.
Dirigentes del Magdalena Medio, pidieron plata para salvar la navegación por el rio Magdalena, importante, pero no más sustancial que su higienización aguas arriba.
¿Cómo es posible que en el Huila y de manera particular en Neiva, haya más de 20 municipios que en pleno siglo 21 no cuentan con planta de tratamiento de aguas residuales PTAR?
Millones de toneladas de aguas negras y desechos sólidos le llegan crudos al Rio Magdalena y por consiguiente al Mar Caribe.
No queremos más políticas ambientales, ni más reuniones, ni foros, ni estrategias que no se cumplen, se deben pedir los recursos económicos para salvar al Macizo Colombiano.
Es la fábrica de agua más importante, declarado por la Unesco, como Reserva Mundial de la Biosfera, en donde solo llegan “pañitos de agua tibia” para protegerlo.
Las Reservas de Biosfera en todo el planeta son espacios reconocidos internacionalmente por su interés científico, ecológico, biológico y cultural e involucra a su población en acciones y actividades de conservación, encaminadas a su sostenibilidad y desarrollo armónico.
El Macizo Colombiano, es una de las “fuentes de vida, agua y biodiversidad más importantes del mundo”.
Comprende 32.682 kilómetros cuadrados distribuidos en bosques, agro sistemas, paramos, humedales, lagunas, en un maravilloso entorno tutelado por los nevados del Huila, Puracé y Sotará.
El Macizo Colombiano comprende 89 municipios de 7 departamentos, Huila, Cauca, Caquetá, Putumayo, Valle, Tolima, inclusive Nariño, con una población de 4 millones de habitantes.
Con justa razón fue renombrado en el documento CONPES 3915, como Ecorregión, que define los lineamientos de políticas para la construcción e implementación del modelo de desarrollo sostenible en ese territorio.
Las practicas no autorizadas, pero sin vigilancia eficaz del Estado colombiano genera problemas por el uso inadecuado y criminal de su suelo, y pone en peligro a la fábrica más grande de agua y oxígeno para Colombia y el mundo.
Traté de conocer algún documento que llevaran en su agenda personas del Huila interesadas en los temas ambientales, pero fue imposible.
Hago esta referencia, inclusive para que se promueva una expedición internacional al Macizo Colombia, con el propósito de que conozcan sobre el terreno la importancia y los problemas ambientales que padece, en defensa del Macizo Colombiano, también llamado Nudo de Almaguer
