Algunas regiones de Colombia han sido sacudidas por movimientos telúricos que han provocado temor y zozobra de manera imprevista a la población que reside en estos territorios. El Servicio Geológico Colombiano reportó ayer un fuerte temblor que se sintió en varias partes del país. El sismo fue de magnitud de 4.8 grados con epicentro en Tarazá, Antioquia, y una profundidad de tan solo 30 kilómetros.El sismo se registró a las 10:55 de la mañana de este lunes, 14 de agosto.Las autoridades de gestión de riesgo de Antioquia hicieron un barrido por los diferentes sectores cerca al lugar del epicentro del sismo. A través de redes sociales notificaron que, hasta el momento, no hay afectaciones en vidas humanas y tampoco daños materiales.
Lo anterior provocó que se activaron sirenas de emergencia y obligaron a centenares de personas a evacuar sus viviendas. Según expertos, el 60% de los terremotos que ocurren en la región andina, suelen originarse en la localidad santandereana de Mesa de los Santos, considerado uno de los nidos de sismos mayores en el mundo. En el resto del territorio colombiano también existen muchas placas tectónicas que se encuentran en permanente movimiento y que son las que originan los sismos que diariamente sacuden al país y que, por su baja intensidad, no los perciben las familias colombianas.
Lo anterior nos hacer pensar sobre las medidas de prevención y atención que debemos tener estructurados, dentro de los planes de contingencia para tal efecto. Cada vez que suceden estos eventos naturales, nos hace recordar el terremoto ocurrido el 9 de febrero de 1967 que generó la destrucción de algunos edificios públicos (Palacio de las 56 ventanas donde funcionaba la gobernación del departamento); gran parte de la infraestructura locativa se derrumbó, que, junto con la muerte de más de un centenar de personas, generó una desestabilización productiva en el departamento del Huila
Por tal motivo, se hace indispensable repensar en nuestros hogares si estamos preparados en caso de la ocurrencia de un sismo de alta magnitud como el ocurrido en el vecino país. Nosotros estamos expuestos a la ocurrencia de un terremoto, porque nuestro territorio está ubicado en zona de alto riesgo sísmico y dentro del cinturón del fuego del Pacífico, donde se produce el 85% de la actividad sísmica mundial. Estos eventos naturales pueden provocar pérdidas de vidas humanas, daños a las viviendas y a la infraestructura productiva, porque carecemos de una cultura de la prevención. Es indispensable que los Comités Locales del Riesgo, desarrollen una sensibilización sobre las medidas de prevención y atención en caso de ocurra un evento natural de esta magnitud, con el fin de minimizar sus efectos destructores en la vida de las personas.
