Existe un desespero de la sociedad huilense por la presencia permanente de las disidencias de las Farc y de otras organizaciones delincuenciales que están vacunando y extorsionando a todos los empresarios y personas naturales, en la mayoría de los municipios del departamento. Esa es la voz de desespero que se escucha cuando las personas acuden a comprar un bien o un servicio al establecimiento comercial. Inclusive los vendedores ambulantes no se sustraen de esta presión de estos criminales. Lo anterior ha provocado que los inversionistas que son los generadores de empresa y de riqueza en la región se mantienen estáticos y otros han trasladado sus capitales al exterior. No existe motivación para llegue la inversión extranjera, por los temores que dicho ambiente hostil está presentando la región. Mientras el gobierno central no atiende el clamor popular, porque se encuentran aislados de las diferentes problemáticas que suceden en las regiones. Están embelesados con propuestas lunáticas y como si estuvieran viviendo en la estratosfera. Totalmente, descontextualizados. Este es el gobierno del cambio.
Inclusive los agricultores y ganaderos deben cancelar su vacuna por cada árbol y especie animal. Inclusive por cada ave si tienen galpones. Y no se diga el sector transportador. Cada vehículo debe pagar su contribución para no ser quemados. Lo anterior, son algunos de los claros ejemplos de las personas que acuden a esta tribuna de opinión para expresar sus inconformismos. Podemos inferir que se está institucionando con la anuencia del gobierno nacional, otra oficina paralela de la Dian de manera ilegal que se encuentra ubicada en las montañas del país. Es más agresiva. Es la clara radiografía que vive nuestro territorio.
Hemos sido reiterativos en esta tribuna de opinión, que la extorsión es uno de los delitos más consistentes en obligar a través de violencia y amenazas a las personas de bien, es la extorsión. Los delincuentes utilizan estos procedimientos obligando a sus víctimas a tolerar u omitir un acto en contra de su voluntad, con la intención de generar provecho ilícito o beneficio económico para si o para un tercero. En nuestro departamento se está incrementando esta clase de hechos, que están afectando el bienestar de las familias de bien. Las autoridades regionales y locales están muy preocupadas por el aumento de las extorsiones que están realizando las organizaciones delincuenciales a funcionarios públicos, dirigentes políticos, empresarios, transportadores, vendedores ambulantes y a campesinos entre otros, quienes se siente atemorizados e indefensos por la presión irracional de estos actores armados, que no les interesa el bienestar de las familias afectadas. Estamos retrocediendo cinco lustros, cuando se había logrado doblegar a estos grupos subversivos por el accionar estatal; hoy en día se carece de autoridad y estamos sometidos a la irracionalidad demencial de éstos.
