Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Muy acuciosos se han visto los alcaldes del departamento, Gobernador del Huila y los Gerentes de las Entidades que operan en la región, presentando los balances de sus ejecutorias que han desarrollado a lo largo del 2022 y de su gestión anual que expira el próximo 31 de diciembre. Así dan cumplimiento a las normas de orden legal disciplinario establecidas para tal efecto, lo cual les permite a los ciudadanos del común, conocer oportunamente los logros y desaciertos en el desempeño de sus funciones. Es importante destacar que al público en general no se les puede engañar con informes y con cuadros bastantes sofisticados, que a la hora de la verdad no han contribuido a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
En épocas preelectorales y cuando toman posesión los directivos de estas organizaciones públicas, se les nota entusiasmados y vanidosos anunciando su accionar institucional sobre las labores que van a emprender. A solo 5 días van a cumplir con el cambio hacia el año nuevo de su gestión y han empezado a difundir importantes logros, pero que no han podido contrarrestar los problemas estructurales que presenta la sociedad en general, en los ámbitos económico, social, infraestructura y ambiental. La problemática de las finanzas públicas, en algunas ocasiones, el accionar inclemente de las fuerzas de la naturaleza, protestas sociales, la pandemia del Covid y los problemas heredados de administraciones anteriores, impiden satisfacer en su totalidad las demandas sociales que a diario solicitan las comunidades. Por estos motivos, no se vislumbra a lo lejano del horizonte, una luz de esperanza que verdaderamente convierta ese accionar gubernamental en hechos concretos que conduzcan a mejorar el bienestar de las comunidades.
Seguimos con los mismos problemas que históricamente han tenido las localidades del departamento, inseguridad ciudadana, deterioro de la malla vial, deficiente prestación de los servicios de salud, proliferación de vendedores ambulantes, deficiente prestación de los servicios públicos, moto taxismo, deficiente movilidad urbana, desempleo, corrupción administrativa, falta de una prospectiva de desarrollo, incultura ciudadana, aumento de los sectores subnormales, más desplazados, crisis del sector agropecuario, entre otros, los cuales se reflejan en las estadísticas oficiales que nos suministran.
Hay que destacar la sana intencionalidad del gobernador Luis Enrique Dussàn López y del alcalde de Neiva Gorky Muñoz Calderón y de su equipo de colaboradores, que, junto con el resto de los alcaldes municipales, han estado muy juiciosos preparando sus informes de la presente vigencia, presentando iniciativas ante las instancias nacionales e internacionales para gestionar recursos para los proyectos de desarrollo que han adelantado en sus territorios. Por este motivo es indispensable que gobierno departamental y municipal de Neiva, oxigenen algunos integrantes de sus gabinetes para generar sinergias positivas que conduzcan a ser ejecutivos en sus tareas misionales. Esto les garantizaría cerrar con broche de oro su gestión al final del próximo año y garantizar el cumplimiento exitoso de las metas de sus respectivos planes de desarrollo.