Tras el trágico suceso que cobró la vida de cuatro militares en Segovia, Antioquia, el presidente emitió una contundente declaración respecto al Clan del Golfo, dejando claro que no habrá tregua para grupos ilegales que amenacen la seguridad y estabilidad del país.
El mandatario enfatizó que el Clan del Golfo no se encuentra en ningún proceso de negociación con el gobierno. Subrayó que la acción del Estado se centrará en desmantelar las estructuras de poder ligadas a actividades ilícitas, especialmente en el ámbito de las economías ilegales como el oro y la cocaína.
«Si el Clan del Golfo no es capaz de desmantelar sus grupos como hemos solicitado, simplemente serán destruidos por el Estado«, advirtió con firmeza el presidente, subrayando la determinación del gobierno en combatir la economía ilícita que financia grupos criminales.
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El presidente también abordó la preocupación por posibles amenazas a la estabilidad democrática del país, diferenciando entre la derecha republicana y aquellos sectores que buscan socavar los pilares fundamentales de la democracia colombiana.
«Una cosa es la derecha republicana, que acepta las reglas de la democracia, y otra son aquellos que quieren destruir la Constitución del 91», declaró el mandatario, destacando la importancia del respeto a las instituciones democráticas.
Ante la amenaza de lo que podría considerarse un golpe blando, el presidente llamó a la unidad nacional y reafirmó su compromiso con la paz y la justicia social. «La mayoría de Colombia hoy vota por la paz y vota por la justicia social», concluyó, instando a la población a permanecer unida en la defensa de los valores democráticos y el Estado de derecho.
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