A pesar de que en dos días cumple nueve meses de su mandato, el presidente Gustavo Petro Urrego, nuevamente desde el balcón de la Plaza de Armas del Palacio de Nariño, ante unas tres mil personas asistentes, lanzó serias amenazas contra todos sus opositores que rechazan de plano a todas iniciativas gubernamentales presentadas ante el Congreso de la República, que producto a la ruptura de la coalición mayoritaria con las bancadas de los partidos Liberal, Conservador y de la U, se vislumbra un panorama que no van a ser aprobadas. Con ello, el programa de gobierno que propuso durante su campaña, y que ha venido reiterando en sus intervenciones, le ha provocado unas salidas coléricas en falso ante la opinión pública. En el balconazo programado el pasado 1 de mayo, demostró su radicalismo y la forma como se van a llevar a cabo su accionar gubernamental.
Respetuosamente señor presidente Petro: así no es la forma de actuar como primer mandatario de los colombianos. La democracia merece respeto. Los congresistas fueron elegidos mediante el voto popular, como usted, quien obtuvo las mayorías frente a su contendor Rodolfo Hernández. La forma soberbia, arrogante, con sesgo ideológico y con odios de clases, amenazas contra la institucionalidad colombiana, no son de buen recibo por parte de la sociedad colombiana. Usted no puede perder el norte. Todavía es tiempo de corregir el rumbo de su accionar gubernamental. Apenas está iniciando su mandato. Debe actuar con mesura y con cordura. Debe buscar consensos en medio de los profundos disensos en que se encuentra sumida la sociedad colombiana. Recuerde que no es el dueño de la verdad absoluta. Los demás actores también piensan. Es importante no radicalizar la opinión pública.
En la calle se obtiene solamente el respaldo, pero no es el escenario donde se aprueban las reformas propuestas. Estamos en un Estado Social de Derecho. Tenemos una institucionalidad definida y aprobada por el Congreso de la República, del cual hizo parte durante dos décadas y que fue coparticipe de la aprobación de Actos Legislativos y Leyes que como ciudadanos nos obliga a cumplirlas, a usted y a su equipo de gobierno Es absurdo que se llame a la irracionalidad que solo conduce a la desestabilización de las instituciones democráticas, que por lo regular desencadena a una destrucción de la dinámica económica del país, muerte, lesionados, y desolación, como ocurrió con el estallido social, de ingratas recordaciones.
Lo anterior no puede volver a suceder. Su imagen y la de su gobierno cada vez se está deteriorando, como lo demuestran los diferentes sondeos de opinión realizados por las mismas empresas encuestadoras que lo catapultaron durante el periodo electoral. Igualmente, la débil convocatoria para las marchas que se observaron el lunes anterior y en las anteriores, reflejan dichos indicadores adversos a su gestión gubernamental.
