La medida que prohíbe la pesca, transporte, almacenamiento y comercialización del bagre rayado tiene como objetivo principal proteger la reproducción de esta especie, la cual es endémica de las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge.
Diario del Huila, Panorama
Durante el mes de mayo, se aplicará la veda para la pesca del bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum), una especie de alto valor comercial que enfrenta una situación crítica debido a la sobreexplotación.
Esta medida tiene como objetivo proteger los ciclos reproductivos de la especie, ya que durante este período tanto hembras como machos migran hacia zonas poco profundas para llevar a cabo la fertilización y la puesta de huevos, volviéndose vulnerables a la actividad pesquera.
Cada año, esta veda, regulada por el Acuerdo # 009 de 1996 y la Resolución 0242 de 1996, se divide en dos períodos. El primero abarca del 1 al 30 de mayo, mientras que el segundo va del 15 de septiembre al 15 de octubre. Estas fechas coinciden con los picos anuales en los que se observa una mayor concentración de peces maduros listos para reproducirse.
Frente a este panorama, el secretario de Agricultura y Minería del Huila, ingeniero Carlos Alberto Cuéllar Medina, hace el llamado a todos los pescadores artesanales, para que más allá de una obligación comprendan que se trata de una medida que les va a beneficiar a futuro, al preservar la especie y tener recursos pesqueros disponibles para su subsistencia.
“Estamos comunicando a toda la comunidad huilense y particularmente a nuestros pescadores, el inicio para la veda para la pesca del bagre rayado en el río Magdalena, durante todo el mes de mayo. Se tiene prohibido cualquier tipo de pesca frente a esta especie con el propósito de protegerla. Invitamos a la población a seguir respetando este tipo de iniciativas que buscan proteger la especie”.
Este primer período de veda del año que se extenderá hasta el 30 de mayo, busca ampliar las posibilidades de reproducción exitosa del bagre rayado, al existir menor interferencia humana en los cuerpos de agua, lo que favorecerá no solo a las familias que derivan su sustento de la actividad pesquera por la disponibilidad de peces a futuro, sino también por el aporte de la especie en el equilibrio de los ecosistemas mediante la recirculación de nutrientes.
Por eso para proteger y conservar el bagre rayado respetando sus períodos de reproducción, quedan prohibidas las actividades de pesca, compra, transporte, venta, almacenamiento, y consumo de la especie, entre el 01 y 30 de mayo.
De ahí el interés de la Gobernación del Huila por contribuir a la sensibilización de los pescadores artesanales, comercializadores de productos pesqueros, y consumidores finales, sobre la importancia de preservar la especie, muy valorada por su carne.
En ese sentido, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca – AUNAP, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, año tras año, recalca en la importancia de cumplir con la veda para la pesca del bagre rayado, que tiene como objetivo principal, velar por el aprovechamiento sostenible de la especie.
Aunque la vigilancia en estas épocas aumenta, el control por parte de la AUNAP es permanente. Esto permite que, más allá de sancionar a los infractores por medio del decomiso, se eduque a la comunidad para que así comprenda la importancia de preservar los recursos y las consecuencias que implica el incumplimiento de los tiempos de veda.
Importancia del bagre rayado
Los científicos denominan a esta especie como Pseudoplatystoma magdaleniatum, conocida como pez de boca aplanada del Magdalena. Es endémica de la cuenca del Magdalena-Cauca, aunque tiene parientes cercanos en los Llanos y la Amazonia, donde también se les conoce como bagres tigres.
Puede llegar a medir hasta 1,50 metros de longitud y es una de las especies de mayor relevancia económica en la región. Suele habitar en los cauces de los grandes ríos de la cuenca y en sus ciénagas o planicies de inundación.
Su período reproductivo coincide con el aumento del nivel del agua, migrando desde las partes más bajas del río hacia las más altas, a un fenómeno llamado «candeleo», alcanzando en ocasiones distancias de hasta 500 kilómetros. Al alcanzar tamaños entre 60 cm y 80 cm, está en condiciones de reproducirse.
El bagre rayado enfrenta amenazas debido a las transformaciones que ha experimentado su hábitat en la cuenca, incluyendo la construcción de represas y la minería de oro que afectan sus zonas de reproducción y alimentación. Además, la calidad del agua se ve afectada por la falta de plantas de tratamiento adecuadas, la deforestación y la contaminación por actividades agrícolas y ganaderas.
Aunque estos procesos afectan a toda la cuenca, tienen un impacto particularmente severo en las áreas bajas, especialmente en las ciénagas, donde las larvas y juveniles del bagre habitan y crecen. Los pescadores locales han tenido que adaptarse a estas condiciones adversas, utilizando una variedad de técnicas y dedicando diferentes niveles de tiempo a la pesca, para hacer frente a la disminución de las poblaciones de bagre.
¿Qué opinan los huilenses de la medida?
Pedro, pescador artesanal: «Es una decisión acertada. Entiendo que la veda puede afectar nuestras actividades a corto plazo, pero a largo plazo nos garantiza que sigamos teniendo peces en el río. Es por el bien de todos, incluyendo el nuestro».
María, comerciante de productos pesqueros: «Aunque pueda significar una reducción en nuestras ventas durante este mes, estoy de acuerdo con la veda. Necesitamos asegurarnos de que haya suficientes peces en el futuro para mantener nuestro negocio».
Luis, consumidor habitual de bagre rayado: «Prefiero abstenerme de consumirlo durante la veda si eso significa proteger la especie. Es importante pensar más allá de nuestras necesidades inmediatas y considerar el impacto que nuestras acciones tienen en el medio ambiente».
Ana, vendedora local: «Esta medida es esencial para proteger la biodiversidad de nuestros ríos. El bagre rayado es una parte importante de nuestro ecosistema y debemos hacer todo lo posible para asegurar su supervivencia».
Juan, agricultor cercano al río: «La veda es necesaria para garantizar un equilibrio en los ecosistemas acuáticos. Si queremos seguir disfrutando de nuestros ríos y su biodiversidad, debemos apoyar estas medidas de conservación».
Laura, residente del área rural: «Apoyo totalmente la veda. Es una oportunidad para concienciar a la comunidad sobre la importancia de cuidar nuestros recursos naturales. Todos debemos colaborar para garantizar un futuro sostenible para nuestras generaciones venideras».