A escasos veinte días de las elecciones regionales que definirán mandatarios municipales, concejales, ediles, diputados y el gobernador, el Huila presenta un escenario con una relativa incertidumbre sobre quien será ungido por el pueblo para dirigir los destinos del Departamento para el periodo 2023 – 2027. La más reciente encuesta realizada por el Diario de Huila otorga una intención de voto a favor de Rodrigo Villalba Mosquera con un 29.4% frente a su más inmediato contendiente Rodrigo Lara Sánchez con un 24,1%, es decir un 5.3% de diferencia, lo que en opinión de expertos en encuestas sugiere un empate técnico.
El hecho es que, a estas alturas del proceso electoral, se puede considerar que la etapa de propuestas ha quedado finiquitada, misma que ya figura sobre el papel, en un programa de gobierno que entregó el candidato al momento de inscripción de su aspiración ante la Registraduría Nacional del Estado Civil. Tales propuestas han sido compartidas por cada aspirante, ante una comunidad que, en principio cree lo ofrecido, aunque con cierta reserva dada la mala costumbre que ha hecho carrera en el territorio nacional y regional, en donde el candidato sabe encantar con ilusiones a la ciudadanía para luego hacerla parir una desilusión, decía Teresa García Gómez. En todo caso, las propuestas han tenido un elemento impulsor de la decisión de voto en los próximos sufragantes. No obstante, los días que se avecinan van a determinar que, quienes escucharon propuestas, como aquellos que no, como aquellos indecisos, tomen la decisión final en favor de tal o cual candidato. Y tal decisión puede incluso esperar al propio día de la elección, el 29 de octubre, cuando aparecen variables acostumbradas de compra de votos, lo que hace que aquel que pone el mayor volumen de dinero a circular en el domingo de la elección, incline la balanza a su favor. Es justamente ahí cuando la estrategia planificada con antelación juega un papel determinante, y se instrumentaliza en tácticas que incluyen la logística de transporte, refrigerios, almuerzo, camisetas, gorras, bultos de cemento, dinero en efectivo, etc. Es triste reconocerlo, pero así es la cultura de la elección que impera en los territorios; aquella que los políticos con una ética muy particular han enseñado a los ciudadanos, en prácticas que el pueblo, en una respuesta también reprobable, termina acogiendo y ejecutando, completando así un cohecho social con repercusiones de atraso y deterioro del espíritu de la democracia y el bienestar de las comunidades.
Por supuesto que es pertinente destacar que en el periodo de veinte días que falta para la elección, resulta oportuno hablar de la experiencia de Rodrigo Villalba Mosquera como político y elector de más de cuarenta años, y de funcionario con ejecutorias públicas como Alcalde, Gobernador, Ministro, Director de Incora, Congresista, con un amplio reconocimiento, especialmente en el sector rural; por cierto, escenario al que regularmente no llegan las encuestas dejando de lado una apreciable fracción de ciudadanos sufragantes, sin conocer su intención de voto. Estas condiciones pueden pesar mucho a su favor en la cita electoral del próximo 29 de octubre. En contraposición, aparece la trayectoria de médico, de hijo del prominente e inmolado Ministro de Justicia, exalcalde de Neiva y excandidato a la vicepresidencia de la república, que ostenta Rodrigo Lara Sánchez; sin duda, un perfil nada despreciable y en cambio sí muy atractivo para el voto de opinión, lo que podría explicar su cercanía a Villalba en su intención de voto, especialmente si se tiene en cuenta que Lara Sánchez no tiene una gran estructura política, tiene muy pocos amigos en cargos de alta dirección de entidades públicas como Alcaldes o Gobernador.
Amanecerá y veremos, se dice popularmente. En todo caso, los pronósticos están indicando que el nuevo gobernador del Huila será, un Rodrigo.
