Gracias a la articulación interinstitucional, el frijol ha venido ocupando un lugar importante dentro de la dinámica económica del departamento. Pese a las afectaciones que se han registrado en el cultivo, al parecer, todo apunta a una proyección bastante favorable y prometedora.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Johan Eduardo Rojas López
Tradicionalmente en la historia productiva del departamento, el frijol, al parecer, no ha recibido la atención y apoyo suficiente para convertirse en una potencia económica de la región. Sin embargo, gracias a la articulación interinstitucional hoy en día este producto ha alcanzado un lugar importante dentro de la dinámica económica y se prevé una proyección bastante favorable.
Las atípicas lluvias, escasez de la mano de obra, reducción en la siembra y el incremento de insumo, son algunas de las afecciones que aquejaron al gremio en su momento, pero según parece, la mala racha ya está culminando y se espera un trascender positivo. Actualmente el Huila ha logrado un volumen estimado de 29.554 toneladas anuales entre variedades tecnificadas y tradicionales, de acuerdo a los registros de la evaluación agropecuaria 2020.
Harold Hernández, ingeniero agrónomo, extensionista rural del Fondo Nacional de la Leguminosa Fenalce, señaló que, “El cultivo del frijol en el presente año tuvo una reducción en áreas de siembra de aproximadamente el 50% debido a las afectaciones. Además, del tema climático por la migración de los lotes de cultivos hacia otros tipos de cultivos. Entonces debido a las lluvias y una crisis en los precios que se presentaron en los años anteriores también desmotivó a los productores y eso hizo que cambiara de cultivos o no sembraran más”.
Ahora bien, con el incremento de los precios que viene presentando desde finales del año pasado, la motivación volvió y los productores están volviendo a retomar el cultivo. Es así como, en este momento en algunos municipios se han registrado siembras importantes y en otros se iniciarán.
Según el Ingeniero el panorama es prometedor para los productores del Huila por varias razones, entre ellas, los precios que se vienen manejando, los cultivos retomados y la normalización de las siembras. De acuerdo a esas siembras registradas y que están por ejecutarse, se prevé que para finales del 2022 y principios del 2023 habrá una producción importante.
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Primer lugar a nivel nacional
Explicó así que, “A nivel nacional, nosotros tenemos registradas alrededor de 7.000 hectáreas semestrales que es lo que nos reporta la evolución agropecuaria departamental. Eso nos pone por área de siembra y producción en el primer lugar a nivel nacional”.
Frente al lento accionar durante años para convertir el producto en una potencia económica del departamento, indicó que, posiblemente parte de esa situación corresponde a que no es un cultivo que se industrialice y su destino es básicamente los centros de comercio a nivel nacional, entonces, el frijol no se comercializa del toco acá y, por ende, no se ve de tal manera.
“Acá se consume frijol, pero no en la cantidad que se pensaría, por eso, no se ve tanto el cultivo como representativo. Ya una vez comenzamos a hacer los trabajos, igual entre las políticas gubernamentales no se habían tomado acciones a nivel de agenda departamentales en cuanto a producción, se priorizaron cultivos industriales y en el plan de ordenamiento de la propiedad rural que se estuvo trabajando con la UPRA. Nosotros como fondo nacional de leguminosas, dimos a conocer la situación y expresamos que había un área muy importante y una producción bastante grande de frijol, pero no se reconocía porque precisamente quienes estaban encargados de hacer ese ordenamiento, no tenía conocimiento de cultivo”, aseguró el Ingeniero agrónomo.
Precisamente, en unas mesas de trabajo se habló todo lo concerniente al área y producción, logrando poner la situación en conocimiento de la UPRA. Allí el cultivo se incluyó dentro de la agenda y con sorpresa el año anterior se dieron cuenta que ya hacía parte de la apuesta de la Gobernación del Huila.
Mayores productores del Huila
Colombia, San Agustín, El Pital, La Plata y Santa María, son los principales productores de frijol en el departamento. No obstante, hay otras zonas que también lo producen, pero en menores cantidades. Igualmente, aunque no es una información oficial, al parecer prácticamente el frijol que se consume en la región, llega primero a las centrales mayoristas, quienes lo regresan empacado porque aquí no hay empresa que cumpla con esta función. Si esa tramitología se realizará en el mismo territorio, quizás, el grano saldría más económico.
“Diría que más del 70% de los productores que están en la zona marginal alta, sobre los 1.900 m.s.n.m hasta los 2.300, básicamente se dedican al cultivo del frijol porque se adaptan a esas condiciones climáticas de estas zonas. Algunos lotes tienen otros productos frutales que paralelamente trabajan, es decir, no asociados”, mencionó Harold Hernández.
A la fecha, se vienen desarrollando trabajos de investigación, extensión en transferencia de tecnología y evaluación de materiales con características especiales. Dentro de eso han trabajado en todas las zonas indagando a profundidad varios puntos del producto para lograr mejores rendimientos y al parecer los resultados han sido positivos.
“Montamos en cada zona semestralmente un vivero donde evaluamos materiales originados por el Centro Internacional de Agricultura Tropical – CIAT -con características especiales. Hemos determinado cuáles materiales nos pueden servir en el departamento. En conjunto con la gobernación se presentó un proyecto en el sentido de entregar a asociaciones de productores de frijol maquinaria para el empacado y logren hacer comercialización”, puntualizó la fuente de Fenalce.
‘Olvido’ del grano
Alfonso Gaitán Chaparro, secretario técnico de la cadena de cereales y leguminosas del Huila, por su parte, insistió que en este momento la economía del frijol está muy buena porque los últimos meses la carga ha ido subiendo.
Expresó también que, “Por otro lado, ya empiezan a salir las cosechas. Quizás ese ‘olvido’ del grano se da porque en los otros productos hay unos equipos bien consolidados en cuanto a federaciones. El frijol como gremio quizás le falta más apoyo, sin embargo, actualmente se trabaja en esa consolidación”, y agregó además que, “la cuestión es que hay un mercado en donde hay muchos compradores de frijol que los venden a otras zonas del país y mucho de ese, sale facturado como si fuera de esa región, pero realmente es de aquí. Va a ver un auge importante para el frijol porque se podría darle un valor agregado al frijol. Además, se habla de crear dos centros de acopio y poder tener frijol a diario y no vernos preocupados por tiempos”.
Por ahora, solo queda seguir manejando las estrategias que le permitan seguir por este camino.
“Hay que fortalecer la organización”
A su vez, Albeiro Suarez, presidente del Comité Regional Fenalce Huila, admitió que, el balance es positivo en el sentido de la poca competencia a la hora de sacar al mercado. Sin embargo, según él, “Se decía que había 7.000 hectáreas y ahora yo creo que hay alrededor 3.000”, pese a esto en este momento alcanza a solventar los gastos y tener ganancia.
Finalmente, en el Huila se cultivan variedades élite como el Bola Roja, y Cargamanto, logrando importantes resultados. CIAT. De acuerdo a cifras correspondientes a la evaluación agropecuaria 2020, en cuanto a frijol tecnificado, el Departamento del Huila contó con 18.649 hectáreas sembradas con una estimación de producción de 25.383 toneladas/año. Siendo el principal productor el municipio de La Plata, con 1.500 hectáreas en el Semestre A, y 2.200 hectáreas en el Semestre B.
Del total de 25.383 toneladas producidas anualmente, 8.574 toneladas fueron aportadas por la zona norte, 7.952 toneladas por la zona occidente, 4.313 toneladas por la zona centro, y 4.540 toneladas por la zona sur del departamento del Huila. En cuanto a Frijol Tradicional, el departamento contó con 6.332 hectáreas sembradas, con una estimación de producción de 4.171 toneladas/año. Siendo el principal productor el municipio de La Plata con 450 hectáreas en el semestre A, y 480 hectáreas en el Semestre B.
