En medio de la discusión sobre la reforma laboral que se avecina en Colombia, el Congreso ha recibido una iniciativa que busca establecer una nueva prestación social para los empleados: el Beneficio de Alimentación al Trabajador (BAT).
Este proyecto, presentado por la representante del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal, y el representante Liberal, Juan Carlos Losada, busca garantizar que los empleados cuenten con una alimentación suficiente y adecuada para rendir de manera óptima en su trabajo.
De acuerdo con el texto del proyecto, el empleador será el responsable de otorgar este beneficio a sus trabajadores y podrá hacerlo a través de distintas modalidades, tales como la instalación de comedores o casinos operados por las entidades de trabajo, el uso de restaurantes administrados por terceros en el lugar de trabajo o en sus inmediaciones, o la entrega mensual de un bono de alimentación a través de vales, cupones o tarjetas de alimentación electrónicas emitidas por emisores especializados.
Cabe destacar que este beneficio no podrá entregarse en dinero en efectivo ni por otros mecanismos distintos a los establecidos en el proyecto. Además, no constituirá salario en especie para ningún efecto legal, no hará parte de la base para liquidar aportes parafiscales y será tratado como un gasto laboral.
Sin embargo, es importante mencionar que esta medida podría generar malestar entre el empresariado colombiano, por lo que los autores del proyecto han señalado que dos años después de la entrada en vigencia de la iniciativa, el Ministerio de Trabajo deberá realizar una evaluación de impacto para determinar los efectos de la ley sobre el nivel de empleo, la formalidad laboral, los niveles de inseguridad alimentaria y la productividad de los trabajadores.
Esta iniciativa busca atender una problemática latente en Colombia, donde muchos trabajadores no cuentan con suficientes recursos para acceder a una alimentación adecuada.
