La nueva Junta de Acción Comunal del barrio San Martin lucha para recuperar la caseta comunal, el puesto de salud y la casa de la cultura. Al llegar se encontraron que varios de estos inmuebles, además de abandono, han sido en algunos casos enajenados y hasta vendidos de manera ilegal. De acuerdo con la nueva presidenta de la JAC del San Martín, Yazmin Solano, ha iniciado los debidos procesos para recuperar estos bienes que pertenecen a la comunidad.
El barrio San Martín es uno de los más antiguos y tradicionales de la ciudad de Neiva, pertenece a la Comuna siete o centro oriente del que hacen parte además otros sectores como; Las Brisas, Casa Loma, La Floresta, Ipanema. Casa de Campo, Altamira, Prado Alto, Casa Blanca, La Gaitana, Calixto Leyva, Buena Vista, Jorge Eliécer Gaitán, Obrero, Ventilador, la Juventud, Conjunto Punta del Este, Villa Milena, Santa Paula, Altos de Manzanillo, Gaitana Dos, Conjunto Portal del Campo, Paseo La Castellana, Conjunto torres de Bizancio, Antigua, Santorini, Caminos de Oriente, Altos de la Pradera.
La situación que encontraron
Los integrantes de la recién elegida y reconocida JAC del barrio San Martín, se encontraron con toda una ‘papa caliente’ al asumir y querer tener control sobre todos los bienes que deben administrar, como son la caseta comunal, el antiguo centro de salud y la casa de la cultura.
Yasmin Solano, la nueva presidenta en atención a Diario del Huila, contó cómo ha sido llegar a la Junta y encontrarse con una serie de irregularidades que han tratado de desenmarañar buscando asesoría de tipo legal.
“Estamos pidiendo que por favor nos ayuden a recuperar el club de amas de casa, que es la vivienda en la que reside la anterior presidenta y están reclamando, el pago por la mejora. Allí es donde nosotros hemos trabajado el club, que es para madres cabeza de hogar con o sin esposo, realizamos cursos de diferentes actividades como modistería. No hemos podido ocupar esa casa porque no ha habido un presidente que lleve a cabo el proyecto, que es lo que me propongo”, inició a contar.
“Este año me lancé como presidenta y gracias a Dios quedé, quería trabajar de una manera correcta, pero me encontré con la mala noticia que la anterior presidenta, Jazmín Elena Ramírez, vendió la mejora y de paso se instaló a vivir allí. Ella quiso arreglar las cosas ofreciéndome $4.000.000 de pesos, pero las cosas no son así, nosotros como integrantes de las Juntas De Acción Comunal no estamos facultados para vender o arrendar los inmuebles que nos corresponda administrar a nombre de la comunidad”, agregó.
“Adicional, al parecer con complicidad con alguien de la alcaldía, la expresidenta le vendió el terreno a un tal Óscar Oswaldo, ya ella le había vendido la mejora. Nosotros necesitamos esa casa, porque es un bien que le pertenece a la comunidad”, sumó.
Los demás integrantes de la Junta de Acción Comunal del barrio San Martín, se sumaron al llamado de la presidenta para que les permitan poder poner en marcha programas de tipo social que se han dejado de realizar por haber perdido el control sobre los lugares en los que normalmente se desarrollaban.
Finalmente, la presidente, dijo, “que le ha entregado un poder a una abogada de oficio para que se adelante la correspondiente demanda de tipo judicial que permita aclarar la situación y de paso recuperar las viviendas en conflicto”.
La Administración responde
El enlace para cualquier tipo de situación que implique interacción entre las Juntas de Acción Comunal y la administración es la Oficina de Participación Ciudadana y Comunitaria, quienes indican los pasos a seguir en casos de conflictos de intereses que afecten a las comunidades.
Oser Andrade Salazar, director de la oficina en Neiva, atendió a Diario del Huila para dar luces en torno a lo que acontece en el barrio San Martin de la comuna siete de la capital del Huila.
“Nosotros, como Administración Municipal, tenemos conocimiento de parte de la nueva Junta de Acción Comunal del barrio San Martín y se les ha recomendado que lo primero que se debe hacer es recopilar toda la información y documentación que permitan saber si ese bien inmueble pertenece a la comunidad o si pertenece al municipio”, explicó.
Según el funcionario con base en esa información, “se debe instaurar la correspondiente demanda en el caso de pertenecer al municipio, porque los bienes e inmuebles públicos no se pueden vender ni enajenar. En caso de ser de la comunidad, debe de ser la asamblea de afiliados la que debe decidir que hace con esos bienes inmuebles”, añadió.
“Por ahora es lo que se le ha dicho a la presidenta que recopile la información para con base en esta instaurar la correspondiente demanda ante los entes competentes”, reiteró.
¿Qué tan comunes son estos casos?
Al indagar sobre la frecuencia con que se presentan este tipo de casos, Oser Andrade, dijo que “no son tan frecuentes porque la mayoría de las comunidades conocen el procedimiento a seguir lo que hace que no sean tan repetitivos”.
“Lo que sucede es que algunos, no todos, abusan del poder que tienen como representantes de las comunidades y proceden pasando por alto que las decisiones las tiene que tomar es la asamblea general y recordó que los bienes e inmuebles públicos no se pueden vender ni enajenar”.
La comunidad deja a los directivos solos
Para el jefe de la Oficina de Participación Ciudadana y Comunitaria de la capital del Huila, “este tipo de casos como el del barrio San Martín se presentan porque las comunidades confían mucho en sus directivos, pero también porque se olvidan que deben de ser todos los integrantes de la asamblea que es la comunidad la que debe de tomar acciones y ser parte de las determinaciones”
“No es solo elegir una junta directiva y dejarla a su suerte, hay que acompañarlos en cada uno de los proyectos y situaciones que emprendan en pro de la comunidad y finalizó argumentando que, en el caso de los bienes del San Martin, una vez se recopilen las pruebas documentales y testimoniales será la justicia ordinaria la que dirima el conflicto, con base en esas pruebas entregadas, una vez se presente la denuncia correspondiente”, cerró.
Este caso es un llamado a los habitantes de todas las comunas en la ciudad para que formen parte de sus organismos de representación comunitaria, como son la JAC, pero que sean proactivos en esos organismos.