Por: Carlos Yepes A. cyepes@hotmail.com
El Huila tiene una oportunidad histórica el próximo cinco de noviembre en Pitalito. Exponer y consensuar ante el Gobierno nacional, sus principales iniciativas en la espera de que se incluyan en el plan de desarrollo del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Ajenos al establecimiento acostumbrado y producto del cual el huila está sumido en el atraso y la pobreza, no sin desconocer la legitimidad que no va más allá de la institucionalidad, las reuniones convocadas por la Cámara de Comercio, que siempre han resultado en la misma retórica de la competitividad y las visiones futuristas del departamento y que en la práctica de nada han servido al Huila, se está conformado un grupo de ciudadanos ajenos a estas mezquindades e individualidades que tanto daño le han hecho al departamento, para que basados en sus criterios propios, su pensamiento crítico, conocimiento de la realidad y de las necesidades regionales y sobre todo enfocados en los seis ejes del Plan de Desarrollo Nacional, se elabore una propuesta con doce proyectos prioritarios para el Huila y se presente en Pitalito la primera semana de Noviembre, como grupo de ciudadanos independientes.
De esta manera y entendiendo que el oordenamiento territorial, la seguridad humana, la seguridad alimentaria, la transformación de la matriz energética, la convergencia social-regional y la estabilidad fiscal serán los principales ejes del nuevo Plan Nacional de Desarrollo y allí estará determinará la inversión pública en 2023, la propuesta ciudadana presentará dos proyectos por cada eje temático.
Por iniciativa propia me sumaré y expondré dentro del eje temático de la seguridad alimentaria, ante este grupo de ciudadanos independientes, dos iniciativas en las que he venido insistiendo desde varios escenarios en la espera de que sean avaladas e integradas a la propuesta a ser presentada.
La primera es la necesidad de materializar un proyecto que nació desde 1989 y a la fecha, a pesar de varios intentos en cabeza del Ingeniero Jaime Vanegas, no se ha logrado avanzar de manera significativa. Se trata del distrito de riego Hobo – Campoalegre – Rivera – Neiva, que entre otras bondades como la de darle agua por gravedad e integrar al distrito de riego del Juncal y solucionar el problema del agua para la ciudad de Neiva por siempre, tiene la de fortalecer la matriz de producción de alimentos del país con treinta mil hectáreas y así contribuir a minimizar la necesidad de importar quince millones de toneladas como lo hace el país actualmente.
La segunda es la del reconocimiento al Huila como primer productor de café en cantidad y calidad durante muchos años. Recordemos que ochenta y tres mil familias dependen directamente del café, estas familias lo siembran; cerca de cien mil personas más participan de manera indirecta en el departamento en la producción, comercialización y demás actividades derivadas del mismo; sumados son casi el 50% de los huilenses que dependen directa o indirectamente del café, ¿bastante significativo no creen? Aportamos al Fondo Nacional del Café más de ochenta mil millones al año y no es posible que “otros” departamentos ostenten la dirección y las sillas en la Junta Directiva Nacional donde se definen las inversiones de estos miles de millones, que nunca han llegado a sus verdaderos dueños como lo son los productores del grano en el departamento. Necesitamos que se reivindique al Huila en el gremio cafetero como un actor de primera línea donde tenga la potestad de decidir sobre el manejo y destino de los recursos, así como en la participación de las decisiones sobre la política cafetera a nivel país.
Así que bienvenidas las propuestas, estaremos atentos a que en esta convocatoria abierta se nos dé la oportunidad de decirle al gobierno nacional qué pensamos y qué necesitamos en el Huila, no desde la óptica amañada, clientelista y cargada de intereses personales con la que se ha venido manejando siempre, sino que como ciudadanos libres tengamos un espacio para poder decirle al Presidente Petro que estamos cansados de ser testigos y de cargar con esa deuda histórica del gobierno nacional con el Huila, que estamos sobre diagnosticados, no más estudios sino acciones y que reconocemos en la falta de liderazgos regionales el hecho de que estemos como estamos: un departamento pobre y sin rumbo.
Por eso insisto nuevamente en que “Necesitamos un acuerdo para vivir mejor”.