Por: Aníbal Charry González
Y a Colombia entera por supuesto. Si hay algo que va a representar un verdadero cambio en el Gobierno del Cambio del presidente Petro tan vilipendiado por la oposición de jauría, es la recuperación del tren en la cual está empeñado, insólitamente abandonado a su suerte en nuestro país producto de la politiquería que practica secularmente nuestra mal llamada clase política, que es lo mismo que corrupción, que impide el progreso de los pueblos, cuando en otras latitudes es símbolo de desarrollo económico, turístico y de todo orden, y yo diría que de alegría y de bienestar de las gentes que salen a su paso como ocurría en nuestro país, que hoy tienen que padecer con nostalgia las consecuencias de ese miserable abandono, que no podemos llamar de otra manera.
De ahí que hay que recibir con júbilo esa recuperación anunciada por el Gobierno del Cambio que fue promesa de campaña, que ningún otro había hecho con tanta voluntad política, de invertir 31 billones de pesos en ese patriótico propósito que busca integrar el ferrocarril para conectarlo a la red de infraestructura fluvial, de carretera y aeroportuaria promoviendo la operación sostenible de mercancías que debe abarcar también la de pasajeros como antaño ocurría, de la cual no puede estar ausente nuestro atrasado y empobrecido departamento, y menos ahora que quedó incluido en el PND el enlace con el Corredor Férreo Central partiendo de Neiva hasta Santa Marta, que significa conectarnos también con la Costa Pacífica y la Sabana de Bogotá, que es lo mismo que con toda Colombia.
Porque hay que recordar que hace más de 13 años tuvimos la oportunidad de lograrlo, cuando en el segundo gobierno de Uribe se abrió la licitación para adjudicar esa conexión desde Villavieja hasta Santa Marta, lo cual se hizo para después abortarla por la maldita corrupción con la promesa de volverla a convocar, lo cual no ocurrió gracias a la desidia de nuestra dirigencia política regional como lo he dicho en esta columna, por la conformidad de siempre con gabelas politiqueras, antes que con grandes obras que nos permitan el desarrollo regional, y por eso ahora tenemos la oportunidad frente a la auténtica voluntad política del presidente Petro, de recuperar el ferrocarril.
Y yo diría que esta es la oportunidad que tiene el gobernador Rodrigo Villalba de reivindicarse con nuestro departamento con un gobierno de genuino cambio, haciendo posible la esplendente realidad de esta obra de la mano del Gobierno del Cambio, que tanto progreso y alegría traería a nuestra región, así no logremos ninguna otra del PND -que no deja de ser un catálogo de buenos propósitos sino hay voluntad política y recursos para concretarlas-, y por supuesto de la mano del pueblo huilense que lo hizo realidad en los diálogos regionales como lo ha reiterado el Presidente, que organizadamente con el gobernador nos corresponde hacer posible este sueño aplazado de tener una obra de esta envergadura en nuestro departamento, plagado de obras inconclusas y elefantes blancos por cuenta de la politiquería de siempre.
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