Por: Mario Solano
Hace más o menos doce años se realizaron unas reformas políticas con el fin de tener pocos partidos, pero sólidos, con definiciones en sus pensamientos y orientaciones en sus conceptos políticos, pero gracias al fallo de la corte constitucional, tenemos no diversidad política, pero si una manada de partidos de familia, no partidos políticos, sin orientaciones claras, en cuanto a lo político, muchos dirán, está equivocado si tenemos orientaciones claras, si pero la orientación es la conveniencia personal o familiar mirémoslos.
El Nuevo Liberalismo, quedo parcelado o asignado a la familia Galán, ellos son los dueños de ese partido, o sino preguntémosle a Rodrigo Lara Restrepo, con su aspiración, o sea partido para una familia.
El pacto histórico, es claro que la familia Petro es la dueña de esa licencia, además si bien es cierto que es clara su orientación política de izquierda extrema, perdió sus principios y valores, están en el plan de que todo vale, y así recibió personajes sin escrúpulos de ninguna índole en sus listas, como será que hasta la esposa de un paraco sentenciado, hoy forman parte de sus listas al congreso.
El partido Liberal, hace años el dueño es la familia del expresidente Gaviria. Ahí no se mueve una hoja sin su autorización y aunque ha venido insistiendo en renovación, este ve con claridad que es de papa Gaviria a Hijo delfín.
El Centro Democrático, es claro que el expresidente Uribe es su cabeza como fundador y si bien da espacios para que vociferen y opinen, la última palabra es de su fundador.
Cambio Radical, igualmente, pueden opinar, discutir, dar misa si quieren pero al final, la última palabra es de German Vargas.
Lastimosamente se escuchan comentarios de incluir parientes de personas no santas, en varios de los partidos, pero como siempre, se antepone la ley estatutaria a la ética, cuando debería ser, al contrario, y la ley dice, que los delitos de sangre no existen, creería que el país empieza a tomar rumbo cundo se le vuelva a dar relevancia a la ética y la moral, hoy solo se mira es la ley estatutaria y, voltean a mirar lo ético solo cuando les conviene para descalificar a alguien.
Partido Conservador, increíblemente siendo el más antiguo del país no tiene esa definición familiar, aunque si ideológica, vale la pena analizar su reglamento que a permitido un manejo por diferentes líderes de su colectividad sin que una familia se adueñe de su licencia de funcionamiento hasta ahora, anteriormente se decía que era de los Pastrana.
En los Verdes, aunque muy camuflado, se sabe que la familia que maneja el partido es la de Antonio Navarro, su hermano desde la secretaria General, es quien define que hacer y no hacer.
Oxigeno Verde, no hay mucho que decir pues Ingrid Betancur es la dueña de esa licencia.
Salvación Nacional, que conformo Álvaro Gómez Hurtado, hoy revive en la cabeza de su Sobrino.
El partido de la Unidad, o como se conoce la U, perdió identidad política y con ello, perdió su identidad de partido, hace unos años era la U de Uribe, posteriormente la U de Santos, hoy no sabemos, pero es claro que no tiene una familia propietaria.
Estos que son lo más representativos partidos, los demás que representan grupos étnicos y pequeños movimientos que terminaron con aprobación del CNE, ni hablar, terminan en las manos o de una persona o de una familia, sin mayor ideología; surge la inquietud, como tener partidos con ideologías claras, que el todo vale no sea su objetivo, que tengan principios, valores, y así el electorado al menos cuando busquen un aval, conserven esas mismas orientaciones, porque hoy solo se ve de aquellos que aspiran es tener un aval, no importa si soy conservador y me da el aval la extrema izquierda, tener el aval con el partido que me dé opción de ganar, es lo único que importa, se volvió una feria de avales, con intereses, para unos de contar votos y para otros de contar plata, acá es donde se ve como los valores y principios de las personas y de los partidos desaparecieron, solo expresan con el descaro total, no es ilegal, mostrando su verdadera cara, esa es la gran diferencia, entre lo que es legal pero es inmoral. Amigos felices pascuas.