Gloria Camargo
La joven canadiense Jillian Kotzer se casó con su prometido en una hermosa playa en México. Sin embargo, la felicidad duró solo un día debido a su suegra. Según Jillian, su suegra le dio a su esposo una opción: ella o su esposa. Aparentemente, la suegra estaba celosa de la atención que recibió la novia en la ceremonia de la boda y se sintió menospreciada.
La situación empeoró cuando Jillian regresó a Canadá y se enfrentó al aislamiento por la pandemia de COVID-19. La familia de su esposo no le permitió verlo ni hablar con él y la echó del departamento en el que vivían juntos. Para colmo, su ex cuñada se quedó en su casa sin que ella lo supiera.
Jillian finalmente pudo hablar con su ex esposo y acordaron el divorcio. Sin embargo, él la bloqueó de las redes sociales y comenzó a espiarla a través de cuentas falsas. La familia de su ex esposo también emitió una declaración, afirmando que todo lo que Jillian había dicho era mentira y que la relación siempre había sido un error.
Esta historia ha sido objeto de gran atención en las redes sociales, con muchas personas compartiendo su apoyo a Jillian y condenando la actitud de su suegra y de la familia de su ex esposo. Aunque no es la primera vez que una suegra interfiere en una relación, la historia de Jillian es un recordatorio de la importancia de establecer límites claros y respetar la autonomía de los miembros de la pareja.