Durante el periodo transcurrido del gobierno del cambio, se han venido recrudeciendo el accionar de las organizaciones narcoterroristas para continuar aumentando la criminalidad en algunas regiones del país. Dentro de los múltiples delitos abominables que se han venido cometiendo desde hace más de cinco décadas por parte de los grupos narcoterroristas en el país, es el reclutamiento forzado de menores de edad, que han afectado a miles de familias colombianas porque han perdido a sus hijos que han sido raptados por estos desadaptados sociales. Los han convertido en instrumentos de guerra y están siendo utilizados para fortalecer sus estructuras criminales. La implementación del Acuerdo Renegociado de Paz permitió conocer el fondo verdadero de esta cruda realidad que ha venido soportando la sociedad colombiana. Después de años y años de conflicto, de arrogancia, de discursos testarudos e irreflexivos, los líderes de las extintas Farc están reconociendo su error. Mostrando esperanzadoras señales de reflexión, varios miembros del viejo secretariado de las Farc decidieron cambiar de discurso. Pese a que en varias ocasiones los líderes del partido FARC han hecho declaraciones negando el reclutamiento forzado de menores de edad, los abortos forzados y justificando con artilugios retóricos el secuestro, ahora han vuelto a comprometerse con la verdad, justicia y reparación. Si bien los comunicados públicos, se convierten en un buen primer paso, lo más importante son los testimonios y la información que han brindado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y a la Comisión de la Verdad, para conocer lo sucedido durante el conflicto armado.
Durante la presente semana, las autoridades han venido denunciando el reclutamiento forzado de niños en jurisdicción del municipio de Iquira, donde se presentaron seis casos, que tienen muy preocupados a la población de esta localidad, por el recrudecimiento de la violencia y la presencia de algunas organizaciones narcoterroristas, que se pavonean libremente con la anuencia del gobierno nacional, por este territorio. Igual situación se ha presentado en otros territorios del departamento. Inclusive están utilizando las redes sociales para hacerles la invitación a las nuevas generaciones para se incorporen a estas filas delincuenciales. Están utilizando la tecnología para sus fines terroristas.
Así lo reflejan las estadísticas publicadas por la Defensoría del Pueblo, la semana anterior en la reunión con el Consejo Nacional Gremial, donde le solicitan mayor atención para contrarrestar a estas organizaciones delincuenciales que han tenido un crecimiento exponencial durante el presente gobierno nacional. Hasta los cabildos indígenas se encuentran preocupado por el reclutamiento forzado de los menores de edad para ser vinculados a las organizaciones narcoterroristas, que inclusive se encuentran dialogando en las mesas de diálogos propiciadas por el gobierno nacional. Todos sabemos que este sistema, ha sido aprovechado por estas organizaciones criminales para seguir fortaleciéndose militarmente. La realidad es igual en otros territorios.