Por: Yefer Vega
Este 20 de febrero se inició la vacunación en el Huila con 1494 dosis de Pfizer. Al mismo tiempo, Colombia recibió 192 mil dosis de Sinovac y anunció la llegada de 50 mil más de Pfizer para el próximo 24 de febrero. Este proceso tomará fuerza, por lo que vale la pena tener en cuenta algunas recomendaciones en torno a la organización de este esquema en nuestro Departamento.
Un aspecto que se debe fortalecer tanto en el Huila como en Colombia es la pedagogía; de acuerdo con la encuesta del DANE a 23 ciudades del país, a diciembre, el 40,1% de los encuestados no estarían interesados en aplicarse la vacuna, de los cuales, el mayor porcentaje son personas con edades superiores a 55 años, siendo esta la población más vulnerable al virus. Por su parte, en Neiva, el 43% de los encuestados afirmaron que no se la aplicarían. Este porcentaje de rechazo afectaría el objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño.
La razón principal es que los ciudadanos no confían en la vacuna por los potenciales efectos adversos, en este sentido, la socialización juega un papel imperativo para romper los mitos en torno a la vacunación. No es suficiente con brindar información a través de páginas oficiales del Ministerio de Salud, sino es necesaria la utilización de otros canales que permitan llegar a toda la población y realizar una revisión periódica del impacto y cobertura de dichas campañas comunicativas.
En cuanto a la logística, es importante conocer los actores responsables del transporte, refrigeración y almacenamiento de vacunas, especialmente en los lugares más apartados y con menor accesibilidad del Huila, o en aquellos municipios históricamente azotados por problemas de orden público, pues el acceso a la vacunación debe ser equitativo tanto para la población rural como urbana. Así mismo, los horarios y turnos de las jornadas de vacunación deberán ser tan extensos como sea posible, de manera que el Huila aporte a Colombia un ritmo de vacunación que acelere la reactivación económica y social para superar la crisis.
Por último, es necesario establecer veedurías contra todo tipo de corrupción, con un control estricto al ciudadano y a las instituciones para sancionar a quienes quieran saltarse la fila, negociar con las dosis u otras situaciones similares.
El Huila tiene el gran desafío en materia de pedagogía, logística y veeduría en este nuevo proceso para salvar vidas.
