Diario del Huila

Recreando La Niñez

Mar 29, 2022

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Carlos Yepes A.

Mi generación goza de muchos privilegios, así lo considero por la nutrida experiencia de cambio que ha experimentado a través de cinco décadas de vida, nació con televisión a blanco y negro, con teléfonos de manivela, sin computadores ni nada que se les pareciera, creció en una ciudad pequeña, donde todos nos conocíamos prácticamente dado que Neiva era un pueblo grande, los bomberos apostados donde hoy es el parqueadero de la Alcaldía anunciaban las doce del mediodía con una sirena que se escuchaba hasta la Toma, los desfiles del San Pedro se vivían y se disfrutaban sana y alegremente por la carrera quinta, habían tablados populares, el mercado se hacía en la galería a donde se llegaba con una canasto que se llenaba al menudeo sin bolsas, así no más, por la leche se hacía cola abajo del Club Social donde hoy es la cuadra de las compraventas allí se llenaba la cantina y también por esa cuadra se compraba la carne que la envolvían en papel periódico.

En esta Neiva de entonces nuestra recreación se limitaba a las clases de educación física en los colegios, se daba en las pocas escuelas públicas o en las tres opciones privadas para estudiar la primaria: Colegio Montessori, ubicado en la calle 9 entre 5 y 6, que contaba con un bus verde tan pequeño como sus estudiantes, Colegio el Rosario ubicado en la calle 10 contiguo al antiguo seguro social, hoy Uninavarra por la calle 10 y Colegio de Graciela, ubicado en lo que “fue” el barrio residencial el Quirinal.

El resto de la recreación era por cuenta propia, “la cuadra” hacía de parque de diversiones, los columpios eran caseros, las piscinas eran pocas en la ciudad y casi que un privilegio de algunos, los bienes públicos dedicados a la recreación de los niños se contaban con los dedos de la mano. Para entonces, los que tenían la oportunidad de poder visitar Bogotá, se les convertía en la gran experiencia recreativa dada la oferta de espacios para la diversión.

Al recorrer la Neiva de hoy en busca de opciones para nuestros hijos tenemos que reconocer, a pesar de algunos esfuerzos, que todavía no existe un  equipamiento de la ciudad para atraer a los niños y jóvenes y darles espacios de recreación que los formen y los alejen de malas costumbres, no contamos como muchas ciudades con un verdadero parque de diversiones, abierto a todos, con zonas duras y blandas, con juegos mecánicos, zonas de “picnic”, lago para navegar en pequeños botes, zonas interactivas con la naturaleza, espacios de educación en innovación, ciencia y tecnología, y demás ofertas recreativas que tanto extrañan nuestros niños en la era de la globalización.

Lo que si existen son espacios y ejemplos para inculcar malas costumbres, el mismo abandono de muchos espacios públicos dedicados a la recreación incitan es al consumo de drogas y a la inseguridad y si vamos más allá recordemos que los desfiles de San Pedro dejan ver jóvenes alicorados, peleando y dando mal ejemplo a los menores y los centros recreativos que están cerca de la ciudad no son funcionales además de ser costosos.

En conclusión seguimos como antes, soñando con salir de Neiva para que nuestros niños se puedan divertir. Me pregunto entonces: ¿Quién va a hacer algo por la diversión de los niños en Neiva? ¿Tendrán que seguir apostados en sus camas y encerrados en sus cuartos pegados a sus tabletas y celulares? ¡Necesitamos un acuerdo para vivir mejor!

cyepes@hotmail.com

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